Yacimiento Romano Termas de Torreblanca

El Yacimiento Romano Termas de Torreblanca (siglo II- VI d.C.) fue declarado BIC en 2005 por decreto de la Junta de Andalucía. 

La reciente adquisición por el Ayuntamiento de Fuengirola en el año 2017 (anteriormente era de propiedad privada) ha permitido llevar a cabo trabajos de limpieza y conservación en el yacimiento y que pase a formar parte del patrimonio arqueológico de la ciudad. La etapa inicial en el conocimiento de este enclave, en los años 40 del siglo XX, viene marcada por la detección de diversos “muros y contrafuertes” que se ven cortados por la carretera nacional 340. 

Unos años más tarde, en 1961, el espacio arqueológico, en el que ya se vislumbran elementos arquitectónicos pertenecientes a una terma romana, se ve sometido a diversas remociones que ponen en peligro su existencia. No será hasta 1982 cuando se toma la decisión de acometer las primeras labores de excavación e investigación del yacimiento, que se verán continuados con una segunda campaña en 1983. Está constituido por diferentes instalaciones pertenecientes a un complejo arquitectónico (edificio termal y factoría de salazón) y una necrópolis. 

La cronología de este Yacimiento Romano Termas de Torreblanca se corresponde con unas termas del siglo II d. C., aunque existen indicios que remiten a una ocupación anterior, ya en el siglo I d.C. Posteriormente se convierte en factoría de salazones y complementándose con la elaboración de tinte púrpura. En el siglo V el lugar pasa a ser una necrópolis, que se extiende por lo menos hasta un siglo después.