Parque Yacimiento Romano Finca del Secretario

El Parque Yacimiento Romano Finca del Secretario se trata de un complejo arqueológico con una vida que se desarrollaría, en función de los datos que hoy conocemos, entre los siglos I y VI d. C. 

El enclave giraría en torno a una villa de cuya zona residencial sólo conocemos, hasta el momento, unas termas. A dicha edificación se accedía mediante una escalinata monumental que conservaba restos de pinturas parietales, y que confluía en un patio distribuidor, porticado (se conservan las bases de sus doce columnas) y pavimentado con un mosaico polícromo con motivos geométricos.

Entre sus instalaciones contaba con dos fuentes, una de ellas con forma de ábside que se decoraba con un mosaico parietal delimitado por conchas marinas, así como dos piscinas que en uno de los casos estaba revestida con mármol en tanto en el otro se recubría de opus signinum, junto a una posible letrina con suelo de este mismo material al que se adosaba un pequeño canal por el que discurría el agua. La zona calefactada contaba con cuatro salas, una de las cuales conservaba dos bañeras, además de disponer de dos hornos delimitados por muros destinados a proporcionar calor a las termas, conjunto que igualmente disponía de una piscina circular con asientos en sus ángulos y un depósito de aguas del que partía una canalización destinada a conducir el agua hasta el conjunto termal.

Respecto a la parte industrial del enclave cabe reseñar la presencia de un alfar compuesto de cinco hornos cerámicos, cuatro de los cuales, justamente los de mayores dimensiones, contaban con una cámara que mostraba un pilar central. Próximas a estos hornos se localizaban dos áreas de vertederos y una factoría de salazones compuesta de con una batería de ocho piletas y dos habitaciones anexas.