Historia

El término municipal de Frigiliana ha sido un lugar poblado desde muy antiguo, como lo demuestran los restos prehistóricos, del período Neolítico, encontrados en la Cueva de los Murciélagos.
Los colonizadores fenicios dejaron testimonio de su presencia en los restos de la necrópolis paleopúnica, fechada entre los siglos VII y VI antes de Cristo, descubierta en el Cerro de las Sombras, a un par de kilómetros del pueblo; ello hace pensar en la existencia de una ciudad fenicia, habilitada para el comercio y tránsito de mercancías entre la costa y las tierras del interior.
Más patente es la huella dejada por los romanos. Frigiliana procede de los términos latinos "Frexinius ana", que se traducen por "cortijo de Frexinius", y que derivaría al nombre actual de la localidad. A pocos kilómetros del núcleo urbano, en el cerro conocido como El Fuerte, de 976 metros de altitud, se localiza la llamada Frigiliana la Vieja, donde se han encontrado restos de fortificaciones romanas, viviendas y monedas pertenecientes a la época imperial.
Sin embargo, es la dominación musulmana la que da el primer rasgo distintivo a un agrupamiento de viviendas, luego protegidas por un alcázar o fortaleza, que son el origen del pueblo actual. Se tienen noticias de que en el siglo XI era conocida como Fixniana.
En mayo de 1487, a poco de la caída de Vélez Málaga en manos de los cristianos, representantes de la población musulmana de Frigiliana rinden vasallaje a los Reyes Católicos, a fin de evitar represalias de guerra y en el intento de conservar algunos derechos para la población morisca.
En 1501, los Reyes Católicos ceden las tierras de Frigiliana a un judío de su confianza, Maymonn Leví, en recompensa por los servicios prestados a la Corona. Posteriormente, en 1508, pasarían a formar parte del patrimonio de un noble castellano, don Iñigo Manrique de Lara.
El devenir de los acontecimientos haría, al cabo de poco tiempo, que la rebelión que levantara a los moriscos en toda la Axarquía, y que fraguara su origen en La Alpujarra granadina, en la segunda mitad del s. XVI, tuviera un especial protagonismo en este punto de la geografía andaluza: las difíciles condiciones de vida de la población sometida por la fuerza de los ejércitos cristianos hizo que prendieran fácilmente actitudes hostiles que, encabezadas por Martín Alguacil -natural de Cómpeta- y Fernando El Darra, acabaron en abierta rebelión, acantonándose los moriscos en el Peñón de Frigiliana, El Fuerte, donde consiguen rechazar, en mayo de 1569, los primeros embates de las fuerzas mandadas por el corregidor de Vélez-Málaga Arévalo de Zuarzo; sería necesaria la intervención de refuerzos venidos de Granada, con el apoyo de Don Juan de Austria, y causar más de 2.400 muertos entre los rebeldes moriscos para dar por sofocado definitivamente el levantamiento. El comendador de Castilla mandó arrasar el castillo, que quedaría reducido a cenizas.
El 1570, se da por concluido el proceso de expulsión de los moriscos; confiscadas sus tierras, serían distribuidas entre cristianos viejos procedentes de Granada y Valencia fundamentalmente.
Por Real Cédula de Felipe IV de 1640, el municipio se delimita con la demarcación que actualmente tiene.
Otro episodio histórico destacado en las crónicas y en la tradición popular de los habitantes de la villa, hace referencia a la participación de los vecinos de estos lugares en las cuadrillas que se organizaron para hostigar a las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Sobresale la figura del Cura de Riogordo como líder de estos comandos de guerrillas que causaron numerosas bajas al ejército francés. En noviembre de 1811, un nutrido grupo de guerrilleros encabezados por el cura de Riogordo es atacado por tropas de infantería mandadas expresamente desde Granada, causando más de 20 muertos entre los españoles. Otros vecinos de Frigiliana fueron ahorcados por las tropas napoleónicas en represalia por u rebeldía, y se dice que un lugar cerca del pueblo conocido como "La Horca" fue testigo de esas ejecuciones.
Desde 1833 Frigiliana pertenece a la provincia de Málaga, anteriormente dependía de la Real Chancillería de Granada.
La villa y su término municipal fueron fuertemente sacudidos por el importante seísmo, llamado el Terremoto de Andalucía, del 25 de diciembre de 1884; produciéndose cuantiosos daños materiales.