La guitarra, última en incorporarse
El análisis de la guitarra en el flamenco merece un apartado diferente, ya que se trata del último de los componentes que adquirió el género pero, actualmente, uno de los más revalorizados. Según los estudios realizados por diversos expertos, todo parece indicar que una de las primeras referencias se ubica en "La explicación de la guitarra", obra publicada por el gaditano Juan Antonio de Vargas y Guzmán en 1773. Sin embargo, en esta época sólo se puede hablar de lo que posteriormente se denominaría existencia de guitarristas "por lo fino".
Realmente los primeros visos de acercamiento de las seis cuerdas al flamenco llegan con figuras como las de El Murciano, Trinitario Huertas, Bernardo Troncoso, José Toboso y, sobre todo, el almeriense Julián Arcas, padre de una soleá que lleva su nombre. A esta primera época de guitarristas aún ubicados entre el toque "por lo fino" y "por lo flamenco", le siguen los de la llamada Escuela Ecléctica, en la que destacan el inventor de la cejilla, el Maestro Patiño Cádiz, Antonio Pérez Sevilla, Paco el Barbero Sevilla y Paco el de Lucena Córdoba.
A partir de este momento comienzan a surgir los primeros especialistas en el toque "por lo flamenco", como Juan Gandulla Habichuela, de Cádiz, Javier Molina, de Jerez, y Miguel Borrul padre, de Castellón. Pero el gran guitarrista de finales del siglo XIX y principios del XX es Ramón Montoya Salazar (Madrid, 1880-1948). A él se le debe la creación para la guitarra de la gran mayoría de los palos flamencos y se le considera el primer revolucionario de la técnica y la armonía, hasta el punto en que se convirtió en el primer concertista flamenco de la historia.
Su legado es aprovechado por una generación de tocaores inigualables que ha conformado la etapa de los grandes creadores personales. En esta época surgen Niño Ricardo, Manolo de Huelva, Perico el del Lunar, Esteban Sanlúcar, Melchor de Marchena, Sabicas y Diego del Gastor.
De todos ellos bebe el mayor maestro de todos los tiempos, Paco de Lucía, lider indiscutible de la última generación de guitarristas. Junto al algecireño hay que destacar a Gerardo NuñezManolo Sanlúcar y a Víctor Monge Serranito, un triángulo de tocaores que revolucionaron el concepto de la guitarra flamenca entrando en contacto, sobre todo en el caso de Paco de Lucía, con otras músicas como la brasileña, el jazz, el rock...
A esta escuela, indiscutiblemente, pertenecen los nuevos valores del toque, como el almeriense Tomatito, el jerezano Gerardo Núñez, el catalán Juan Manuel Cañizares o el cordobés Vicente Amigo.