Localizado en el municipio de Espelúy, el Castillo de Espelúy está situado en un punto de control estratégico, próximo a donde las aguas del Rumblar vierten en el río Guadalquivir. De origen andalusí, tras la conquista castellana por Fernando III se remodela a lo largo de los siglos XIII y XIV.
En el interior de sus murallas, destaca su magnífica torre del homenaje, de planta cuadrada, en cuyo interior se conservan dos salas superpuestas cubiertas por bóvedas de cañón. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.
Propiedad de la Casa Benavides, ocupaba un lugar muy estratégico en el marco de las vías de comunicación, pues controlaba el paso de la barca del Guadalquivir en el camino del Muradal (de Castilla a Andalucía). De hecho, en la margen contraria, la derecha, la Casa Benavides era propietaria de la Casa de la Barca y de una venta, la llamada del Toledillo. Se trata de un punto neurálgico en el comercio de los siglos XV al XIX. No fue casualidad que en ese mismo lugar, en el paso de la barca, Santa Teresa de Jesús naufragara cuando iba de Beas de Segura a Sevilla, con el fin de fundar un nuevo convento carmelita. El accidente no paso del susto y fue auxiliada por la gente del castillo.