Sierra Pelada y Rivera del Aserrador
El Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador está situado en el sector occidental de las Sierras de Huelva, en las últimas estribaciones de Sierra Morena, siendo prolongación por poniente de la Sierra de Aracena. Presenta un relieve montañoso lleno de contrastes, con sierras lineales cubiertas de vegetación, barrancos profundos y un bello bosque galería que acompaña al río Rivera del Aserrador.
Recorriendo el sendero que toma el nombre del cauce hídrico, se descubre un denso bosque de ribera, donde el sonido del viento sobre las hojas de chopos y fresnos se mezcla con el croar de ranas y sapos acompañando al caminante en su travesía. En tramos que se alejan del curso fluvial crecen quejigos y un sotoboque de lentisco, cornicabra, jaguarzo morisco y zarza, que dan paso a una dehesa compuestas por alcornoques y encinas. También se observan grandes extensiones de terreno que han sido modificadas por la mano del hombre, en las que la vegetación autóctona fue sustituida por pinos piñoneros y masas de eucaliptos dispuestos en terrazas para la industria de la celulosa.
Entre la masa boscosa del Barranco del Aserrador nidifican rapaces entre las que cabe destacar el águila real, el búho real y el águila calzada. Otras rapaces sobrevuelan el espacio al estar incluido en su área de campeo, como es el caso del águila imperial. También están representadas especies como la comadreja, la gineta, el zorro, el jabalí muy abundante y el ciervo. Pero, sobre todo, el paraje natural es conocido porque alberga una de las colonias más importantes de buitre negro de la Península Ibérica, hecho que ha motivado su declaración como Zona de Especial Protección para las Aves. Para los aficionados a la observación de las aves, desde las cumbres de la Sierra Pelada, Mármol o Mojón es posible divisar en los cielos el vuelo de esta enorme rapaz y de otras especies amenazadas como la cigüeña negra.
Para conocer más de cerca la sierra, se puede pasear por los senderos señalizados que se adentra en ella o conocer el entorno practicando cicloturismo o realizando agradables paseos a caballo. La explotación del monte ha sido el principal recurso de la escasa población de la zona, que se concentraba en poblados forestales como El Centinela y El Mustio. Desde éste último se puede acceder a un paisaje agreste de gran belleza, el Barranco del Aserrador.
Cercana al paraje natural se encuentran varias poblaciones monumentales, como Almonaster la Real, Cortegana o Aroche. En su entorno también se localizan vestigios de asentamientos prehistóricos, como el conjunto de dólmenes y menhires conocidos como las Piedras del Diablo.