Sierra de Huétor

Sierra de Huétor
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En la Sierra de Huétor, entre farallones, tajos y agujas pétreas, el agua se oculta taladrando grutas y simas, y espera el momento de ver de nuevo la luz en manantiales que igual sacian la sed de reyes que preñan buen pan para sus gentes.

Huétor es la suma de pequeñas sierras, que asomándose a modo de balcón sobre la vega de Granada se suceden y elevan paulatinamente hacia el noreste hasta topar con Sierra Arana, telón de fondo que presenta las mayores cotas. Su relieve viene caracterizado por la presencia en superficie de elevados farallones, como la Cimbra en la Sierra de Alfacar, lapiaces, agujas, dientes de vieja y dolinas, mientras que en lo más profundo presenta una cantidad más que importante de grutas, cuevas y simas: hasta cuarenta, como las cuevas del Agua en Nívar, la del Gato o las simas de Víznar y la de los Maderos. El agua penetra en las entrañas de la sierra formando un gran depósito hídrico que desagüa en fuentes tan reconocidas como la Grande de Alfacar, Fuente Morqui, Grande de Huétor o la de los Porqueros.

Dominan bosques de pino y otras coníferas como el cedro del Atlas o el pinsapo, algunas catalogadas como arboledas singulares -los Cedros del Vivero de la Alfaguara y el Pinsapar del Barranco de la Umbría-. Es bajo estos pinares donde se desarrolla una amplia riqueza micológica que acoge especies como el níscalo o el boleto estival, entre otros. Pueden observarse algunas manchas de encinar que sobrevivieron a los carboneros -Solana de la Romera- y que, donde hay mayor humedad, como en la Fuente Fría y el Llano de la Cuna, alternan con roble melojo y un matorral de rasca y cantueso. En estos bosques encuentran cobijo un buen número de pequeñas aves, varias rapaces y un coleóptero de los de mayor tamaño de Europa, el escarabajo longicornio. Las cumbres de Sierra Arana, que acogen especies almohadillas como piornos (azul, rosa y rascaculos), manzanilla de la sierra y sabina rastrera, esconden otros espacios de alto valor ecológico, como sus cauces permanentes -río Fardes- y los blanquizales -Cerro del Calar Blanco-. En los primeros domina un bosque de sauces y fresnos, mientras los segundos cobijan la mayor cantidad de especies endémicas: tomillares y romerales dolomíticos con presencia de una singular jarilla (Helianthemum raynaudii). Es territorio de rapaces y animales adaptados a los roquedos, como cabra montés o águila real, pero también de un importante elenco de mariposas de montaña, un cangrejo autóctono, trucha común, libélulas, caballitos del diablo,…, y un pequeño caracol que sólo está presente por estos pagos, lo que evidencia la calidad de sus aguas: Boetersiella sturmi.
Espacios Naturales
Parque Natural
es
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Puntos de interés

Coordenadas no disponibles

Servicios e infraestructuras

  • Guía Intérprete
  • Jardín botánico
  • Mirador
  • Observatorio de aves
  • Oficina de turismo
  • Rutas 4x4

Público objetivo

Mayores, Viajo Solo, Parejas, Amigos, Jóvenes, Lgbti, Familiar

Segmentos

Ocio y Diversión, Cultura, EnoGastronomía, Turismo Activo - Deportes, Naturaleza

Tipo de actividad

Escalada, Espeleología, Cicloturismo, Barranquismo, Senderismo, Vehículos Todoterreno, Puenting, Actividades ecuestres, Multiaventura, Montañismo, Esquí acuático, Piragüismo

Marcas de calidad

ISO 14001:2004

Unidades medioambientales

Media Montaña Bética

Fecha de declaración

28 / 07 / 1989

Area (m2)

12128