Laguna de El Portil
La Reserva Natural Laguna de El Portil está situada en la margen derecha de la desembocadura del río Odiel. El origen de la laguna se encuentra en la lenta acumulación de arenas provenientes de los frentes dunares móviles y así, su evolución, dada la cercanía, está muy unida a la dinámica de movimientos de arenas de este litoral.
Aunque se puede considerar como de aguas permanentes, esta laguna experimenta notables variaciones según la intensidad anual de las lluvias, debido, en gran medida, a la gran superficie de la cuenca y al escaso aporte del acuífero que la alimenta. Las otras tres lagunas que forman el complejo -Los Barrancones, Enmedio y El Cuervo- se encuentran englobadas dentro de las 1.300 hectáreas de la zona de protección de la reserva natural. Son de reducidas dimensiones y de carácter estacional, pues sus aguas solo provienen de las precipitaciones.
La vegetación presente está dominada por pino piñonero y algunos ejemplares de pino marítimo, bajo los cuales pueden reconocerse diversas comunidades vegetales. Alrededor de la laguna están presentes castañuelas, espadañas y juncos. En la periferia se observa cómo cambia la vegetación, apareciendo, en los terrenos más consolidados, sabina negra, lentisco, romero y retama blanca.
Esta laguna de agua dulce, que conserva una elevada población de aves acuáticas, constituye junto con los Parajes Naturales Marismas del Odiel y Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, un entramado de zonas húmedas fundamental para la supervivencia de las aves que emigran a la Península todos los años.
En sus aguas abundan las aves acuáticas, siendo posible contemplar el llamativo cortejo del somormujo lavanco o escuchar el sonido largo y agudo, a modo de relincho, que emite el zampullín chico. Esta ave ante las señales de peligro se sumerge y es capaz de bucear distancias de varios metros. También es frecuente la presencia de gaviotas que pescan en el mar y vienen a estas aguas a eliminar el salitre de su plumaje; pero también de porrón común, cuchara común, ánade friso, ánade real, focha común, polla de agua, calamón, garceta común y garza real.
Al ser lugar de paso de aves migratorias es un sitio ideal para observar rarezas en periodos primaverales y otoñales, como la poco habitual cerceta carretona.
Es también destacada la presencia de una población de colmillejas. Este pequeño pez, endémico de la península y con un estatus de conservación vulnerable, se encuentra en franca regresión en muchas cuencas fluviales y es poco conocido en aguas quietas.
Para descansar un rato, junto a la reserva natural se encuentra el Parque Periurbano La Norieta, un lugar ideal para el recreo y disfrute de la naturaleza. También se pueden visitar sus excelentes playas, como la de La Bota o la de El Portil.