Ermita de Santa Clara

La construcción de la Ermita de Santa Clara comenzó en 1519 a iniciativa de Juan de la Rosa, bajo la advocación de Santa Clara de Asís, en el ejido situado a las afueras de la población y que lleva su nombre. Se trata de uno de los edificios más antiguos de El Puerto de Santa María, Cádiz.

La ciudad por aquellas fechas estaba bajo la jurisdicción de los Duques de Medinaceli, los cuales promovieron la construcción de edificios religiosos, para atraer a las órdenes religiosas que llevarían a cabo la evangelización del nuevo continente. A mediados del siglo XVI, la ermita estuvo a cargo de la Hermandad de Santa Clara. El estilo arquitectónico de la ermita puede clasificarse como ecléctico, al ser el fruto de las sucesivas intervenciones que ha tenido a lo largo de los siglos. En ella se combinan la sencillez arquitectónica de los inicios, donde destacaba el desaparecido artesonado mudéjar, con la elaborada arquitectura de los siglos XIX y XX en su cúpula de media naranja y las pinturas al fresco con escenas religiosas de finales del siglo XVIII o principios de XX.

En el entorno de la Ermita de Santa Clara fue hallada una necrópolis que se remonta al siglo XV y abarca hasta el siglo XIX, cuando fue sustituida por el Cementerio Campal de la Santa Cruz en 1802. Este antiguo cementerio ha sido excavado y estudiado, aportando vestigios de gran interés.

Actualmente, la ermita está inserta en el recorrido de la Ruta Jacobea, concretamente la Vía Augusta, un tramo que se extiende entre Cádiz y Sevilla.Tras un proceso de rehabilitación, ha sido convertida en Centro de Conservación y Restauración de Bienes Muebles y punto de inicio de la Ruta del Arte Religioso y Sacro, recuperando este espacio para El Puerto y el Barrio Alto.