Encina de los Perros

Las dimensiones de esta espectacular Encina de los Perros, declarada Monumento Natural, son impresionantes, pues su tronco alcanza en la base un perímetro de ocho metros (el diámetro es de 1,40), se eleva hasta una altura de 16 y ofrece una copa capaz de proyectar una sombra de 600 metros cuadrados; no en vano forma parte del Inventario de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía.

Está situada en un hermoso entorno donde la tradición cuenta que, bajo su cobijo, las parejas de la cercana aldea del Álamo se prometían. En las inmediaciones se encuentra otro interesanta ejemplar botánico, el alcornoque de Los Villares, con más de 22 metros de altura.

Esta encina se encuentra en la zona del Corredor de la Plata, muy cercana al Paisaje Protegido Río Tinto, donde predomina un hábitat adehesado de sierras alomadas, compuesto principalmente por alcornoques que alternan con algunas encinas y un matorral disperso formado por jara pringosa y estepa. En esta comarca, la dehesa es utilizada como lugar de pasto del cerdo ibérico y del toro de lidia, muy abundante.

En este horizonte de colinas sobresalen pintorescos pueblos y diseminadas aldeas blancas, como El Madroño, cuyo término municipal da cobijo a la encina. En las inmediaciones de este Monumento Natural son muchos los caminos que invitan a conocer este interesante hábitat del noroeste de Andalucía.

Una de las rutas es el Camino de los Camellos, antigua vereda de carne que conecta el Castillo de las Guardas con Aznalcóllar y El Madroño. Pero entre todos los caminos de la comarca, destaca la gran ruta de comunicación creada por los romanos, la llamada Vía de la Plata. Seguir su trazado es una buena opción para conocer cada uno de sus rincones y, por qué no, para seguir en peregrinación hasta Santiago de Compostela.