El barrio de Marifé de Triana
Maestra de la canción andaluza, temperamental y única en su estilo, vivía y sentía las letras con desmesura y pasión. Sus grandes dotes interpretativas revolucionaron y llevaron a la copla a la cumbre.
Marifé de Triana (Burguillos, 1936-Torremolinos, 2013)
La actriz de la copla
Cantante y tonadillera, de nombre María Felisa Martínez López, nació en la localidad sevillana de Burguillos. De extracción humilde, la Guerra Civil empobrece aún más a su familia, que se traslada a vivir al barrio de Triana, en Sevilla. Desde muy niña, aprende coplas, en especial las de la tonadillera Juanita Reina, a la que venera. A los nueve años, pierde a su padre y se instala con el resto de la familia en Madrid, donde sigue en la escuela hasta los doce años. En Madrid, continúa sus estudios y entra en contacto con el maestro Manuel Gordillo, que le brinda el tema Torre de Arena, que constituiría el gran éxito de Marifé de Triana, significando su paso al estrellato en la canción española.
A su repertorio va incorporando éxitos de la tonadilla como María de la O, La Rosa de Capuchinos, Romance de la Reina Mercedes, La Lirio o En tierra extraña, coplas que recreaba de forma melodramática y que le valieron el calificativo de la actriz de la copla.
Contrae matrimonio con el actor José María Calvo y fija su residencia en la provincia de Málaga, donde fallece en Torremolinos en 2013 a la edad de 76 años.
Barrio de artistas
El barrio más antiguo de Sevilla se asienta en la margen derecha del río Guadalquivir, al oeste de la ciudad, recortado sobre las suaves lomas del Aljarafe. La leyenda cuenta que la diosa Astarté, perseguida por Hércules, se refugia en la orilla occidental del viejo Betis y funda Triana, collación de marineros, cargadores de Indias y alfareros, cuna de flamencos y toreros de fama.
La iglesia de Santa Ana es uno de los monumentos más significativos de Triana. En varias capillas del templo se conservan hermosos zócalos de azulejos de los siglos XVI y XVII. En el trascoro se admira una tabla de Alejo Fernández (siglo XVI) que representa la Virgen de la Rosa. El interior alberga la conocida como "pila de los gitanos", ya que, según la creencia popular, sus aguas conceden al niño bautizado la esencia del arte flamenco.
Además de Santa Ana, el barrio cuenta con templos tan hermosos como las iglesias de San Jacinto (1640) y Nuestra Señora de la O (1697-1702), la Capilla de los Marineros donde se encuentra la Esperanza de Triana (1815) y la Capilla del Patrocinio - "El Cachorro" (siglo XVIII), y el convento de las Mínimas (siglo XVI). Justo a la entrada de Triana por el puente de Isabel II, a la derecha, se alza la Capillita del Carmen, obra de Aníbal González en 1928 y cariñosamente llamada "el mechero", debido a su apariencia de antiguo encendedor de yesca.
Mercado de abastos
El Mercado del barrio de Triana está ubicado en la Plaza del Altozano, junto al turístico Puente de Triana y desde el que uno puede asomarse al Castillo de San Jorge (antigua sede de la Inquisición). Allí están las ostras más frescas de Sevilla, así como un exquisito sushi. A sus puertas se abre la plaza del Altozano, punto neurálgico de la vieja Triana desde el que se extienden sus principales calles: San Jacinto, la vía que comunicaba la ciudad con Tomares y San Juan de Aznalfarache; Pagés del Corro, dividida durante muchos años en la Cava de los Civiles y la Cava de los Gitanos, con sus corrales de vecinos; Pureza, en el número 53 de la antigua calle Larga recibe culto la Esperanza de Triana; Castilla, paso obligado para los caminantes que emprendían sus viajes hacia el norte de España, en ella encontramos la parroquia de Nuestra Sra de la O; y Betis, que contempla embelesada la llegada de los barcos en los tiempos en que Sevilla ejerce el monopolio del comercio con las Indias.
Calle Betis
Precisamente la calle Betis, con sus fachadas de colores al lado del Guadalquivir, es el escenario entre el 21 y el 26 de julio de una de las fiestas más famosas del barrio: la velá de Santiago y Santa Ana, donde el visitante puede degustar platos típicos como los albures en adobo, las pavías de bacalao o las avellanas verdes. Por las noches toda la zona se llena de veladores y mesitas convirtiendo la calle en una de las más animadas de Sevilla.
No deje de admirar desde la calle Betis el lado opuesto del río, el Paseo de Colón, con las diferentes zonas ajardinadas, la plaza de toros de la Maestranza, el teatro del mismo nombre, la Torre del Oro, la Giralda e incluso las torres lejanas de la Plaza de España.
Triana también celebra con gran fervor el Rocío y la Semana Santa, que alcanza su punto culminante en la jornada del Viernes Santo, con la salida de la Esperanza durante la Madrugá y del Cachorro y la O ya por la tarde. Triana, orgullosa de su pasado y de sus tradiciones, ha paseado su nombre por el mundo a través de las grandes figuras del toreo (Juan Belmonte, Gitanillo de Triana, Cagancho...), del cante (Marifé de Triana, Remedios Amaya, Pepe el de la Matrona, Naranjito de Triana...) y el baile (Matilde Coral, Milagros Mengíbar, Antonio Canales...), y, por supuesto, de la literatura (Demófilo, Alberto Lista). Un barrio que avista por primera vez tierras americanas a través de los ojos de uno de sus vecinos, Rodrigo deTriana, y que cría en sus orillas a las santas protectoras de Sevilla,las hermanas alfareras Justa y Rufina.
Paseo 1. Puente de Triana (Isabel II) - Capillita del Carmen - Mercado de Abastos - Calle Betis - Calle Pureza - Capilla de los Marineros, Esperanza de Triana - Calle Pagés del Corro - Convento de las Mínimas - Iglesia Santa Ana.
Paseo 2. Calle Betis - Plaza del Altozano - Castillo de San Jorge - Calle Castilla-Iglesia Nuestra Señora de la O - Calle San Jacinto - Iglesia de San Jacinto - Capilla del Patrocinio.