Écija y la maldición del Palacio de Benamejí

Propiedad de los marqueses de Benamejí, ya desde sus primeros días la mansión fue morada del matrimonio sellado entre el señor de la Villa de Benamejí y la hija de los marqueses de Peñaflor. Fue en 1936, mientras era utilizado como cuartel durante la Guerra Civil española, cuando se vio por primera vez una extraña dama de blanco que tenía en jaque a los soldados de la guardia nocturna. Se comentaba que dicha presencia era el fantasma de la esposa de un coronel, ya fallecida.

La lista de sucesos ocurridos entre sus paredes es larga. Pues, a finales de 1936, un oficial disparó a un obrero que trabajaba en las instalaciones del Palacio y, en los años 50, un sargento hizo lo mismo a un capitán que se encontraba trabajando en su despacho. Desde entonces, muchas fueron las personas que decían escuchar, de día y de noche, el tecleo de las máquinas de escribir pese a estar la oficina totalmente vacía. Y aún no se relatado otro hecho funesto: un albañil murió accidentado cuando participaba en la rehabilitación del inmueble.

En todo caso, el Palacio de Benamejí resulta un lugar que no deja indiferente a nadie, en particular cuando se descubre la cantidad de hechos paranormales y leyendas que oculta entre sus paredes.

Actualmente, es la sede del Museo Municipal de Écija y merece la visita por sus características arquitectónicas, las colecciones que atesora y por la sobresaliente monumentalidad de la ciudad, encrucijada de civilizaciones y con una huella romana magnífica: es visita obligada la Plaza de España o del ‘Salón’, pues atesora, entre otros, un estanque romano y un templo dedicado al culto imperial. Por cierto, ¿sabías que el ecijano Luis Vélez de Guevara, en su obra El Diablo Cojuelo, la consideraba como ‘la más insigne de Andalucía’…, ¡otra fábula por conocer!