Convento de las Concepcionistas Franciscanas - Las Marroquíes
En Écija, el convento de clausura de las Concepcionistas Franciscanas, más conocido como “Las Marroquíes”, tomó este nombre del apellido de sus fundadoras, las hermanas doña Luisa y doña Francisca Marroquí. Su construcción se inició a finales del siglo XVI, y fue terminado durante los siglos XVII y XVIII.
El convento conserva su monumental cuerpo barroco en el que se abren el torno y la puerta reglar y queda unido a la iglesia mediante un corredor que alberga la sacristía y el vestuario. En su interior contiene vivienda, huerta, claustro y enfermería. Al exterior presenta una portada monumental y un torreón mirador construido entre finales del s. XVI y finales del s. XVIII.
Muy interesante es su espadaña angular o campanario, situado a los pies de la iglesia. Con un primer cuerpo de ladrillo y otro superior decorado con azulejos sobre estuco blanco, simula dos espadañas adosadas y posee dos campanas de bronce del s. XVIII. En la parte superior una inscripción la fecha hacia 1760.
En cuanto a la iglesia, sigue la tipología tradicional de los templos conventuales sevillanos, es decir, una sola nave de cajón alargado con testero plano. Su cubierta es de madera y su portada, adintelada y en estilo manierista, se fecha a principios del s. XVI.
En el interior, la iglesia presenta uno de los mejores programas decorativos representativos del barroco ecijano. Hay cinco retablos, entre los que destacan por su programa arquitectónico y escultórico barroco y rococó el retablo mayor, el del muro del Evangelio -dedicado a Santa Beatriz de Silva- y el retablo de la Santísima Trinidad, todos fechados en el s. XVIII.
Las hermanas elaboraban una excelencia repostera, un manjar que se deshace en la boca, una delicia llamada "marroquíes" que, desde que las hermanas abandonaron el convento, son fabricados por las hermanas Dominicas del Convento de Santa Florentina.
Sólo es posible la visita exterior.