De ruta sostenible por la Subbética cordobesa
Explorar las sierras subbéticas supone, para quienes practican un turismo responsable, una aventura muy estimulante. Las posibilidades, además, son tantas, que indudablemente dan para más de una visita. Apunten.
El Parque Natural de la Sierra Subbética -declarado así en 1988- incluye pueblos como Cabra, Rute, Carcabuey, Priego de Córdoba o la encantadora Doña Mencía. Además, desde 2006 goza del reconocimiento de la UNESCO como Geoparque. Valles alargados en los que ha aflorado la roca caliza, lapiaces sembrados de piedras que son estrías cortantes, simas que nos remiten al origen del mundo, casi… es tal la heterogeneidad del paisaje kárstico que conocerlo es, sencillamente, una obligación. Y un placer, claro. La historia de esta herencia geológica tiene más de 200 millones de años de antigüedad, que se dice pronto. Pero esta comarca da mucho más de sí.
Cicloturismo en la Vía Verde
Adentrarse en la infinidad de caminos que rodean los pueblos de la Subbética cordobesa es una propuesta turística muy estimulante. La Vía Verde, antiguo trazado del Tren del Aceite, es una de las muchas opciones. Si te va el cicloturismo, coge la bici y disfruta de un recorrido donde las antiguas arquitecturas ferroviarias -con viaductos y un túnel incluido- se mezclan con la naturaleza de manera extraordinaria. Las instalaciones son amigables si viajas en bicicleta, con aparcabicis en las las seis áreas de descanso existentes.
Conociendo las lagunas
La vista serena de las lagunas en este territorio natural es inolvidable. Puedes contemplar especies como el ánade real en la Laguna de los Jarales, o la interesante avifauna de las Lagunas Amarga y Dulce, ambas en Lucena. O las aves migratorias que pasan por la aristocrática Laguna del Conde. O el Embalse de Malpasillo, cuya arboleda perdida, en las inmediaciones de la aldea de Jauja, es de una melancolía y belleza sin igual. O el paraje de Valdearenas, que bien parece una playa de interior. El Embalse de Iznájar, rey de los pantanos andaluces, cierra una ruta lagunar realmente interesante.
Es justamente en este grandioso embalse de Iznájar donde se encuentra la estación náutica. Hay aguas tranquilas o aguas bravas para los amantes del rafting, el open kayak… pero también el piragüismo, el windsurf o la vela.
Otros caminos y senderos
Si lo tuyo es andar, la Subbética, toda ella, se alza como una gran ruta turística sostenible. Sostenible, se entiende, siempre y cuando los visitantes realicen un turismo responsable con el medio ambiente. Rutas de dificultad baja (apenas 40 minutos de camino) como la del Salto del Caballo (Almedinilla), que arranca en el Museo Histórico/Paraje Fuente Ribera y coincide con una antigua vía romana; o recorridos más exigentes, como el Río Bailón, que tiene una duración de 6-7 horas, finaliza en Zuheros y atraviesa el Poljé de La Nava con una vista espectacular.
Precisamente a espaldas de Zuheros hallamos un conjunto arqueológico de nombre tan atractivo como inquietante: la Cueva de los Murciélagos. Sus títulos de Monumento Natural y Bien de Interés Cultural hacen de ella un punto imprescindible en este recorrido por la comarca de la Subbética. Es singular hasta decir basta, encierra muestras de arte rupestre y sí, está habitada por cuatro especies de murciélagos. Esta joya geológica es, también, un yacimiento que alberga restos humanos. Conocida internacionalmente, debe formar parte de nuestro travesía subbética sí o sí.