Cultura accesible en Jaén
Las ventajas del turismo accesible significan la inclusión de visitantes con alguna discapacidad, y eso es propio de ciudades abiertas. Aquí hemos querido mostrar la cultura más inclusiva en la capital jiennense.
Pensando en qué ver Jaén, y teniendo en cuenta el turismo adaptado, existen posibilidades muy atrayentes. Tanto como para quien quiera conocer su arquitectura civil y religiosa, abundante e interesante, como para los que prefieren experimentar la cultura de otras maneras, por ejemplo, conociendo los museos de la ciudad. O aprovechando la temporada escénica.
Plan 1. De festival
Llega Septimebre y la capital se prepara para uno de sus grandes eventos culturales. Hablamos del Festival de Otoño que, para quienes están de paso, ofrece un cartel donde las artes escénicas y la música mandan: teatro, lírica y conciertos componen una variada propuesta en la que participa lo más granado del territorio nacional. Y dos son los escenarios donde se programan las citas, de septiembre a diciembre.
Por un lado, el Teatro Darymelia, antiguo cine, es un precioso edificio de fachada regionalista decimonónica, que abrió sus puertas en 1927. Fue su arquitecto, Justino Flórez Llamas, el que bautizó aquella creación con el nombre de sus hijas, Daría y Amelia. Dispone de tres plazas reservadas para personas con movilidad reducida; los usuarios, no obstante, deben llamar antes al teatro para confirmar si están libres dichas plazas, o si el espectáculo se ha adaptado a otro tipo de dificultades sensoriales (visuales o auditivas). Tanto la entrada como los baños son accesibles y adaptados, y dispone de ascensor con botones en relieve.
Por otro lado, el Teatro Infanta Leonor es un espacio contemporáneo, inaugurado en 2008. Se encuentra situado en el casco antiguo jiennense -de hecho integra los restos de la vetusta Puerta del Aceituno-, y cuenta con plazas reservadas para personas con movilidad reducida (PMR); en la sala principal dispone, además, de un habitáculo para espectadores con dificultades de audición. Hay aparcamiento para personas con discapacidad, mostrador y baño adaptado, guardarropa accesible, ascensor con braille y subtítulos.
Plan 2. De museos
Empezamos la ruta en el Museo Provincial de Jaén, un edificio de arquitectura regionalista para un museo de entrada accesible y dividido en dos secciones: una dedicada a la arqueología y otra a las bellas artes. Destaca su colección de mosaicos romanos, así como la muestra de pintura decimonónica jiennense. Aunque no todas sus salas son accesibles (concretamente la seis, siete y ocho, así como las obras expuestas en las entreplantas, donde hay escaleras), el resto sí que lo son; hay aseos adaptados, un ascensor y vitrinas donde se puede ver a una altura razonable algunas de las piezas exhibidas.
Seguimos en el Museo de Arte Naif, fruto de la colección del artista naif Manuel Moral, que le da nombre por ser su artífice. Se compone de piezas nacionales e internacionales, con algunas salas monográficas. Es gratuito y se encuentra en el Centro Cultural Baños Árabes. Si vas de visita y tienes problemas físicos, te interesará saber que sus entradas, su guardarropa y su baño son accesibles, que la ventanilla de venta de entradas posee un mostrador adaptado y que puedes moverte con facilidad por sus instalaciones. Los paneles informativos cuentan con un texto de tamaño adecuado, si la discapacidad es visual.
El plan termina en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Jaén, que está ubicado en el mismo lugar que el museo anterior -el Centro Cultural Baños Árabes- y presenta un carácter etnográfico. Modos de vida, labores campesina, oficios, costumbres... aquí todo es pasado, menos la accesibilidad. Tratándose del mismo emplazamiento que el del Museo Naif, sus instalaciones son prácticamente iguales en este sentido.
Plan 3. De monumentos
Podemos visitar el Refugio Antiaéreo Plaza de Santiago, el único que sigue en pie de todos los construidos en la capital que, recordemos, fue bombardeada por la Legión Cóndor (la aviación nazi que acudió en ayuda de Franco). Restaurado en 2011 -data de 1938-, se puede visitar en silla de ruedas, aunque hay testimonios que aconsejan el uso de una silla eléctrica, dada la pendiente de las rampas de acceso. La iluminación es correcta y los paneles informativos son, en general, accesibles.
Y si queremos conocer alguna iglesia, toma nota: la Iglesia de Santa María Magdalena, templo gótico del siglo XVI, que dispone de una rampa de acceso principal y además se puede recorrer con facilidad. La Catedral de Jaén y los templos de San Bartolomé y San Ildefonso disponen igualmente de entradas accesibles; aunque en el caso de San Bartolomé el acceso con rampa es lateral.