Córdoba, sus patios, Feria y el mejor vino Montilla-Moriles
Un viaje por el mes donde Córdoba se viste de flores y baile. Un viaje por los patios de Córdoba, su Feria y las catas del mejor vino denominación de origen Montilla-Moriles.
Discutir que Córdoba es una de las ciudades más bellas de Andalucía, y de España, sería absurdo. Su mezquita-catedral, su barrio viejo, el puente romano al atardecer, alcázares... un listado interminable de motivos y razones para visitarla. Pero, si hay un momento del año en el que la ciudad se viste de gala... es en el mes de Mayo. El Mayo Cordobés.
Un mes en el que cuando el Verano ya empieza a intuirse en la ciudad, la ciudad, más que vestirse, digamos que es vestida por la naturaleza. A ella y sus patios. Sus hermosos patios.
Hermosos oasis de colores, frescor y olor a flores.
No es de extrañar que hayan sido declarados Patrimonio de la Humanidad. La armonía de sus geranios, hortensias, gitanillas, frixias, plantas enredaderas e infinidad flores hinundan decenas de rincones de la ciudad que hacen las delicias para los sentidos de quienes los visitan.
Barrios como el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, la judería, el entorno de la Mezquita-Catedral o el propio Palacio de Viana son lugares ideales para disfrutar de estos.
Durante la primera quincena de Mayo, se sucede el conocido concurso de Patios, buen momento para visitar la ciudad dado que estos es cuando lucen esplendorosos para dicho certamen que cada año, desde 1921 se viene celebrando en la ciudad.
A su vez, también durante el mes de Mayo, numerosas actuaciones folclóricas se dan cita junto a los mejores bailaores y cantaores de la tierra. Y como no podía ser de otra forma, todo esto acompañado del mejor vino Montilla-Moriles, fino 100% de la tierra, denominación de origen y cuya cata es de obligado cumplimiento.
Junto al aceite, los embutidos de los pedroches y los vinagres, el vino D.O Montilla-Moriles es uno de los productos estrella de la provincia de Córdoba.
Vino fino, Oloroso, Amontillado, Cream, el Pedro Ximénez, el Blanco Joven y por supuesto los ecológicos, siendo la variedad predominante la del vino blanco Pedro Ximénez. Vinos para todos los gustos que de finales de Abril a principios de Mayo se dan cita en Córdoba con catas repartidas por toda la ciudad de la mano de más de 20 bodegas.
Y de Mayo no podemos marcharnos sin pasar por la Feria de Córdoba donde la ciudad se viste de fiesta y los toques de flamenca empiezan a sonar.
Caballistas, gitanas y flamencos se dan cita en las muchas casetas públicas del recinto ferial donde la entrada es libre y la diversión no faltará.
Su origen, como el de la gran mayoría de ferias de Andalucía, se remonta a las antiguas ferias de ganado de la ciudad, que a día de hoy pervive, en forma de fiesta, calles llenas de carruajes tirados por caballos...
Trajes de flamenca, música de sevillanas...
Un buen tapeo, un señor rebujito, el anteriormente citado vino Montilla-Moriles y como no, su portada. Espectacular.
En definitiva, Mayo, el mes cordobés por excelencia, donde la ciudad se viste de gala recibiendo al visitante con olor a flores, bailes flamencos y el mejor vino de la tierra de calle en calle. Propuesta... insuperable.