Sendero Circular Arroyo Pedroche - Santo Domingo - PR-A 332

El Sendero Circular Arroyo Pedroche - Santo Domingo -PR-A 332 discurre por las márgenes de algunos de los arroyos más bellos y característicos de la sierra, como son el Arroyo de la Palomera, el de Pedroche, el de Barrionuevo y el de Santo Domingo, por lo que la mejor época para realizar esta ruta es en primavera tras unos días de lluvia, para que el relajante sonido del agua nos acompañe.

Esta ruta ofrece la posibilidad de iniciarla en dos puntos de partida distintos de Córdoba.

El primero de ellos se sitúa en las Instalaciones Deportivas Municipales del Barrio de El Naranjo, desde donde nos dirigiremos hacia el Castillo de Maimón, para rodearlo por su izquierda y suavemente descender 800 metros hacia el Arroyo de la Palomera, que cruzaremos cerca del Puente de Hierro, actualmente desmantelado para FFCC.

La otra posibilidad es comenzar a caminar en el Polígono Industrial de Pedroche, justo enfrente de la gasolinera. Aquí cruzaremos el Arroyo Pedroche por un puente y tras andar unos 550 metros, por la antigua carretera de Badajoz, descenderemos por un sendero que va media ladera hasta la orilla del arroyo. Caminando por este tramo del Arroyo Pedroche podemos ver cómo éste se encuentra muy deteriorado debido a las numerosas infraestructuras construidas en sus inmediaciones. A unos 80 metros del Puente de Hierro, cruzaremos el arroyo, donde ambas opciones se fusionan.

Cuarenta metros después comenzaremos a caminar por una vereda que sube suavemente y de forma paralela al Arroyo Pedroche. En este tramo la ruta adquiere una belleza espectacular, ya que nos adentramos en una zona umbría de gran frondosidad y espesura, en la que el camino se ve “envuelto” por la densa vegetación, trasmitiéndonos la sensación de estar en un lugar más propio de mayores latitudes.

Caminando junto al arroyo veremos cómo el cauce de éste se encuentra tapizado por plantas como la zarzamora, la zarzaparrilla, la aristoloquia o candilejos, la adelfa, el lentisco, el hinojo y la coscoja, y por formaciones arbóreas de olmos, sauces, almezos y álamos blancos. Entre esta vegetación podemos ver aves como el herrerillo común, el carbonero común, el mirlo o la curruca cabecinegra. Así pues paseando por este bello lugar llegaremos al Cortijo de la Trinidad y unos 200 metros más adelante a la Fuente de la Cueva, llamada así por estar situada a los pies de una pequeña oquedad.

A un kilómetro, arroyo arriba, la espesa vegetación es sustituida por grandes acebuches con esparragueras a sus pies, y en el arroyo dominan ahora los tamujos, el espino albar o majuelo y los juncos. Por tierras del Orive Bajo abandonaremos el Arroyo Pedroche cerca del Cortijo Valero, a la altura de unos grandes eucaliptos, y continuamos nuestro recorrido por el Arroyo Barrionuevo que aparece a nuestra izquierda. Caminaremos ahora 800 metros por el margen de este arroyo, tomando como referencia una meseta de piedra caliza llamada la Mesa o Meseta Blanca situada al oeste del sendero.

Seguimos a los pies de esta meseta, por una zona más rocosa donde al Arroyo Barrionuevo se le une el Arroyo de la Ventilla, formando una pequeña cascada y un remanso de aguas muy cristalinas donde crecen, ranúnculos, unas plantas acuáticas de flores blancas. En este punto cruzaremos el arroyo para abandonar durante 500 metros su cauce y caminar por una zona abierta desprovista de árboles, con una pequeña elevación donde se sitúa un cortijo en ruinas. Aquí, con suerte, podemos contemplar el vuelo del águila perdicera, al jabalí y algún chotacabras camuflado en el suelo.

A los 100 metros de pasar este cortijo volveremos a caminar paralelos al Arroyo Barrionuevo hasta el inicio de una cuesta de gran pendiente, 800 metros más tarde, que finaliza en un collado justo enfrente del Santuario de Santo Domingo de Scala Colei. A nuestra izquierda, la pequeña Ermita de San Álvaro, que vemos construida en la falda de un cerro.

Una vez que estemos recuperados del esfuerzo realizado en la subida, comenzamos a bajar hasta un cruce, donde podemos continuar, el camino, paralelos al Arroyo de Santo Domingo, o bien visitar antes el santuario. El primer tramo de esta bajada transita por unas antiguas canteras y posteriormente por un camino ancho que sube hasta el Cortijo de Los Velascos. Un kilómetro más adelante, nos saldremos del camino para continuar por una vereda que transcurre por el margen derecho de un arroyo entre jaras blancas. Este camino, tras cruzar el Arroyo de Santo Domingo por un puente de cemento, nos conducirá hasta el punto donde volvemos a tener las dos opciones del inicio, siendo en ambos casos el camino de regreso idéntico al de la ida.