Cuevas de José María El Tempranillo
Anexas a la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta en Corcoya, se encuentran las Cuevas de José María El Tempranillo. De poca profundidad y situadas en un paraje de gran belleza natural, han sido restauradas recientemente.
Como su nombre actual indica, son las cuevas que usaba José María el Tempranillo para esconderse cuando venía a visitar a la Virgen de la Fuensanta, de la que era muy devoto, y al santero, su confidente. Lugar ideal para esconderse por lo recóndito del paisaje, aquí recibió en 1832 El Tempranillo el indulto del rey Fernando VII.
Gratuita.
Sólo se visitan con cita previa.