Es bastante amplia y de fácil acceso. Está declarada como playa nudista en Conil de la Frontera, aunque también se llena de personas que no practican el nudismo.
Para acceder hay que cruzar el sendero natural que llega hasta el acantilado y bajar las escaleras habilitadas.
Dispone de una bolsa de aparcamiento, pero no cuenta con ningún tipo de servicios.