Castril es un pueblo con una tradición vidriera desde muy antiguo. La arena silícea de las canteras próximas a Castril, que se han reabierto tras más de 30 años sin uso, fue empleada desde la Edad Media para la elaboración manual de piezas de vidrio con una característica tonalidad verde turquesa que hacía del vidrio castrileño un material muy apreciado y único en el mundo. De hecho, piezas de la típica jarra castrileña pueden verse en los principales museos del mundo, ya que la localidad tuvo importantes maestros vidrieros.
El Ayuntamiento inicio obras para crear un centro de formación municipal del soplado del vidrio artístico conocido también como Centro del Vidrio de Castril, para recuperar un oficio tradicional de la zona y ofrecer una vía para reactivar la economía y evitar el despoblamiento, en colaboración con el maestro vidriero Diego Rodríguez Blanco, técnico de la Real Fábrica de Cristales de La Granja de Segovia, está llevando a cabo un programa de formación para instruir a nuevos artesanos.
El Centro de Formación Municipal para el Soplado del Vidrio Artístico, cuenta con una sala con horno de fundición para trabajar el vidrio y la celebración de talleres totalmente equipada, sala de formación teórica y otra para la exposición de las piezas, pretendiendo servir como atractivo turístico del municipio castril a nivel de Andalucía.