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REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

Campos de Níjar y calas de Cabo de Gata. Paseos con Carmen de Burgos

Carmen de Burgos Seguí, Colombine

Vitalmente feminista, defensora de la mujer y de la igualdad de derechos en unos tiempos difíciles, fue partidaria del divorcio y del voto femenino.

Carmen de Burgos Seguí, ‘La Colombine’. (Rodalquilar, Almería, 1867-Madrid, 1932)

Una mujer adelantada a su época

Carmen de Burgos, conocida con su nombre literario La Colombine, fue una destacada escritora que ejerció de periodista en Almería y Madrid. Durante un tiempo ejerció como maestra en la capital almeriense.

Carmen de Burgos Seguí, Colombine

Tuvo una niñez plácida, nacida en familia burguesa en el pueblo minero de Rodalquilar, situado en el Parque Natural Níjar-Cabo de Gata. Las resecas y desérticas áreas del parque fueron su compañía durante la niñez, en la que descubrió en las calas del Cabo de Gata horizontes de libertad. Conoció la dureza del trabajo en las minas de oro de su pueblo y siempre estuvo cerca de los mineros.

A los pies de las milenarias murallas de la Alcazaba almeriense, la fortaleza árabe más grande y compleja de Al-Ándalus, Carmen descubrió el significado de la cultura árabe. Desde su impresionante altura divisaba el puerto de Almería con su cargadero de mineral y su gran importancia pesquera. Pero sería en su pueblo natal y en las calas y playas solitarias del Cabo de Gata y los campos de Níjar donde se fue forjando su espíritu rebelde.

Las Negras

El oro de Europa

Carmen de Burgos siempre recordó los años que vivió en Rodalquilar, el pueblo minero que hasta la década de los años cincuenta mantuvo abiertas las que fueron las minas de oro más importantes de Europa, como la época de su vida en la que descubrió el valor de la amistad y de las confidencias en los largos paseos hasta bajar a las perdidas calas de Las Negras, las de Rodalquilar o de los Genoveses.

De aquellos años en Rodalquilar el viajero puede darse una idea de cómo fue la niñez Carmen de Burgos. Quedan algunas casas de los mineros, de ladrillo rojo, que han sido restauradas y sobre todo un centro temático que es museo sobre las minas de oro y todo lo que rodeaba a los mineros. Este pueblo bien merece una detenida visita, con las ruinas y esqueletos de muros rojizos de las casas de los mineros, construidas durante la fiebre del oro de finales del siglo XIX.

En sus inmediaciones se rodaron películas como Indiana Jones y La última cruzada y cuenta con una serie de locales ideales para el ocio después de haber pasado un día de playa o haberse adentrado por caminos y senderos que llevan hasta el pueblo de Níjar, capital de la comarca.

Minas de Rodalquilar

Por los campos de Nijar

El parque natural Cabo de Gata-Níjar fue el lugar en el que creció Carmen hasta instalarse en Almería y posteriormente en Madrid. La escritora solía subir hasta Níjar cuando aún no se había instalado la agricultura bajo invernaderos y siempre comentaba el impacto que le había causado este pueblo de profundas raíces árabes, famoso por sus artesanos. Allí abundaban los telares, con sus famosas jarapas, y la artesanía del esparto y cerámica, de la que llegó a decir Gerald Brenan que era de "diseño y factura oriental única”.

En el camino se halla el cortijo del Fraile, donde Federico García Lorca tejió el drama de una de sus obras de teatro escritas en sangre. Este cortijo ofrece sus paredes desnudas, esqueleto de lo que fue pero que bien merece una visita para revivir Bodas de sangre. Carmen de Burgos conocedora directa de la zona, también recrea el crimen de Níjar y, sobre todo, los usos y costumbres de esta comarca. Para los más osados hay rutas que suben por suaves lomas hasta las quebradas de las sierras que rodean el desierto de Tabernas, que con su aridez sirvieron como escenario natural para el rodaje de míticas películas como si se estuviera en el Cañón del Colorado.

Cortijo del Fraile

De cala en cala

Aunque en los años mozos de Carmen no era tan usual bañarse en el mar ella tiene recuerdos de los "playazos” que en un rosario interminable comienzan en la Playa de los Muertos, en el este, y que terminan en las Salinas del cabo de Gata. Un viaje para ir de cala en cala, descubrir sensaciones, en playazos rocosos y arenales que inspiraron a Spielberg. Calas como la de San Pedro, no muy conocida, y a la que se accede desde el pueblo de Las Negras, uno de los más pintorescos de la zona. Hasta llegar a la Playa de los Muertos hay que hacer parada y fonda en calas que seguramente recorrió de joven Carmen de Burgos. Quienes han estudiado la obra de la que ya firmaba como La Colombine dicen que la libertad y el sabor a sal marina que se desprende de algunas de sus obras, en especial en sus artículos periodísticos, pudo haberse impregnado de horizontes abiertos en la Cala de Enmedio de muy difícil acceso, pero que merece la pena por descubrir un paraíso junto al mar. Esta cala está cerca del pueblo que tiene nombre de novela, de agreste litoral como es Agua Amarga. Y a unos veinte minutos, otra pequeña playa a la que llaman la Cala del Plomo. Luego tendremos la Cala de San Pedro y así hasta llegar al playazo de Las Negras. En algunas de estas calas se practica el nudismo como algo natural.

Agua Amarga

Salinas y pescados de estero o roca

Para los amantes de la cocina con sabor a mar nada mejor que recrearse con un salmonete de roca, un calamar de potera, el gallopedro, unas gambas rojas  o un lenguado de estero de las Salinas del Cabo de Gata. Y es que los viajeros pueden encontrar otros rincones que recuerdan a La Colombine. Antes de llegar al impresionante Cabo de Gata, erizado en un promontorio que quita el aliento, hay que detenerse en las Salinas, un paraíso cercano para el viajero y que además de verse atraídos por enormes montañas de sal, hay puntos para observar la riqueza de aves y en los cercanos restaurantes degustar un lenguado de estero, único y con sabor a intenso mar. Subir a lo alto del Cabo de Gata es de obligado cumplimiento.

Seguro que lo hizo en más de una ocasión Carmen de Burgos, entonces a pie o en mula. Es el Promontorio Charidemo (Promontorio de las Ágatas) como le llamaron los fenicios -y que fue Montaña de Venus (Promontorio Veneris) para los griegos o el Qabit Bahi Aswad de los árabes-, donde empiezan las calas de origen volcánico como el Arrecife de las Sirenas, la playa de Mónsul, la playa del Barronal (naturistas) y la de Los Genoveses, cerca del pueblo San José, que abraza el mar con una bahía que es pulmón turístico del Cabo de Gata; viene luego la Media Luna y así hasta llegar a Los Escullos, con la Cala de los Toros en las proximidades del litoral rocoso de Rodalquilar.

Cabo de Gata

Rutas Cabo de Gata-Níjar. Del desierto a las calas

Alcazaba de Almería

Paseo 1. Alcazaba, catedral y puerto de Almería - Salinas del Cabo de Gata - Promontorio Cabo de Gata.

 

Paseo 2. Playa y Morrón de los Genoveses - San José - El pozo de los Frailes - Los Escullos - Cala de los Toros.

 

Paseo 3. Níjar - Cortijo del Fraile - Rodalquilar - Pueblo minero - Las Negras - Cala San Pedro - Cala del Plomo - Cala de Enmedio - Agua Amarga - Playa de los Muertos.

 Para quienes buscan nuevas emociones hay rutas nocturnas, una de ellas es la Ruta de Luna Llena y va desde las Negras al Playazo. El recorrido se hace en absoluta oscuridad lo que permite ver todas las constelaciones con la nitidez como si se estuviera en el desierto.


 

La otra es la Ruta Geológica. Sale del Hoyazo de Níjar, baja los arrecifes de coral de la Cala del Cuervo hasta las minas y el museo de Rodalquilar.

Campos de Níjar y calas de Cabo de Gata. Paseos con Carmen de Burgos
Almería, Níjar, Rodalquilar (Almería)