Iglesia de San Francisco
Situada en la Plaza del mismo nombre, muy cerca de la Plaza de Mina, la Iglesia de San Francisco acoge un convento fundado en 1566 que ha sufrido diversas reformas a lo largo de los años, aunque de la traza primitiva aún conserva la capilla de bóveda esquifada que da a la puerta lateral y la capilla de la Virgen de la Paz.
En el siglo XVII fue reedificado y reformado posteriormente en el siglo XVIII.
Entre sus tesoros escultóricos destacan un San Francisco de Asís, atribuido a Martínez Montañés, y el Crucificado de la Veracruz, traído de Nápoles en 1733 y atribuido a Guiseppe Piccano.