Cádiz, fenicia y romana
Las raíces de Cádiz son visibles en distintos puntos de la trimilenaria ciudad. Los extraordinarios sarcófagos con forma humana, que se ven en el Museo Arqueológico, y el yacimiento Gadir, ambos de la cultura fenicia, son anteriores a los restos romanos presentes en la ciudad: los columbarios, la factoría de salazones y al teatro romano, junto al océano, que siempre estuvieron ahí marcando el pulso y el relieve de Cádiz.
El paso por la ciudad de Cádiz de diferentes civilizaciones todavía puede apreciarse en diversos enclaves. Tanto la Gadir de los fenicios como la Gades de los romanos, han dejado una huella imborrable que te permitirá recorrer "la tacita de plata” desde una perspectiva histórica diferente.
Los fenicios fundaron Gadir en el siglo XI a.C., convirtiéndola en una de sus principales colonias por la situación estratégica entre Europa y África, y propiciando una época de esplendor y gran prosperidad. Del paso de esta civilización quedan valiosos vestigios, como sus famosos sarcófagos antropoides que se conservan en el Museo de Cádiz. Hasta la fecha, son los únicos ejemplares encontrados en España, mientras que en toda Europa solo existen algunos de esta tipología en Sicilia.
Además, de esta etapa puedes visitar el yacimiento arqueológico Gadir, en la zona del Mercado. Por la escasez de restos arqueológicos de esta civilización en el Mediterráneo, lo convierten en un lugar único para profundizar en la cultura fenicia. El yacimiento está compuesto por diferentes niveles, en los que podrás apreciar el trazado de las calles o la estructura de las casas. Recientemente, en la Cueva del Pájaro Azul, en el barrio de San Juan, se han rescatado, y pueden visitarse, los restos arqueológicos de los astilleros y del primigenio muelle fenicio.
Posteriormente, Cádiz fue fundamental para la época romana. Conocida como Gades, el paso de esta civilización dejó huellas imborrables en la ciudad. La primera se sitúa en el famoso barrio de El Pópulo, donde el militar Lucio Cornelio Balbo "el Menor" encargó la construcción de su Teatro Romano, en el siglo I antes de Cristo. Siendo el segundo más antiguo del Imperio tras el de Pompeyo, en Roma, fue descubierto en 1980.
Desde entonces se han estado llevando a cabo labores para su conservación, consolidación y puesta en valor. Sus casi 120 metros de diámetro lo posicionan como el segundo en tamaño de la Península Ibérica, pues se le calcula una capacidad de más de 10.000 espectadores.
Además, de esta época también se conserva una factoría de salazones y un Columbario, donde podrás observar diferentes tipos de tumbas romanas, entre las que predominan las de incineración. De hecho, la única zona que podrás visitar corresponde a tres recintos funerarios del tipo columnario.
Por cierto, no olvides que la arqueogastronomía es la forma más sabrosa de conocer la historia de Cádiz, ¡cométela!