Bujalance
Municipio situado al este de la provincia, en la comarca de la Campiña, en terrenos fértiles de suaves lomas cultivadas en su mayor parte por olivares y una pequeña parte de cereales.
La ciudad, de estructura urbana compacta presenta una fisonomía propia de los pueblos de la campiña y contiene numerosos puntos de interés, desde su Castillo a la Iglesia de la Asunción, pasando por el Palacio de los Marqueses de Monteolivar, el Ayuntamiento, la Parroquia de San Francisco, el Claustro del Hospital del Corpus Christi y la Ermita de Jesús Nazareno.
Historia
Bujalance es la castellanización de los vocablos árabes Bury al Hansh (Torre de la Serpiente).
En opinión de Estrabón, Plinio y Pomponio Mela, su nombre original fue Colonia Betis.
De la dominación romana existen innumerables restos como columnas y un tramo de la gran calzada, el comprendido entre Obulco (Porcuna) y Córdoba.
De tiempos de Abderramán III es el castillo. Conquistó la ciudad Fernando III en 1227.
En 1446 don Diego Fernández de Córdoba que había recibido de Enrique IV el título de vizconde de Bujalance, no pudo tomar posesión de la ciudad por oposición de sus habitantes.
En 1473 la villa será devuelta a su antigua jurisdicción, a petición de la ciudad de Córdoba; en 1594 será declarada exenta de la jurisdicción de Córdoba, contando con corregidor propio.
Obtuvo el título de ciudad con Felipe II en el año 1630.
Personajes destacados
Acisclo Antonio Palomino, pintor (1655-1726).
Francisco Benítez Mellado, pintor (1883-1962).
Juan Díez del Moral, notario (1870-1948).
Pedro Lavirgen, tenor (1930).
Agustín Castellanos, "El Puri", torero (1944).
Antonio José Galán, torero (1948).
Antonio y Francisco Arévalo, poetas.
Mario López, poeta (1918).
Fco. Villadra, gobernador de la provincia de Chile.
Benítez Mellado, pintor.
Juan Martínez Cerrillo, imaginero (1910-1989).