La denominada Casa Ordóñez es una edificación nobiliaria barroca construida en la segunda mitad del siglo XVII, situada en la calle Granada n° 26.
Se trata de un edificio de dos plantas separadas en fachada por una cornisa. La fachada tiene una gran portada amparada entre dos pilastras toscanas de fuste estriado y sobrio entablamento con balcón a eje sobre este, flanqueado por los escudos de la familia Ordóñez.
Tanto la portada como los escudos están labrados en piedra de color rosa jaspeado.
Los espacios interiores se articulan en torno a un patio principal con galería superior, con un primer cuerpo de arcos de medio punto sobre columnas toscanas de mármol, y un segundo cuerpo con balcones rectangulares.
Cuenta con patio secundario, más sencillo, con galería lateral de arcos, a modo de mirador, rematada por almenas de cuerpo cúbico y remate piramidal. La estructura es de muros de carga de tapial y forjados con viguería de madera vista totalmente tratada y restaurada.
La casa fue habitada por la familia Muñoz de Mendoza. Esta familia estuvo muy relacionada con la hermandad de la Resurrección, conocida actualmente como hermandad del Cristo de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor. La sede de esta hermandad se encuentra en la misma calle Granada.
La relación de este linaje con la cofradía está documentada en el libro "Iglesias y Ermitas de Bornos", del autor local don Manuel Barra Rodríguez, Hijo Predilecto de la Villa de Bornos, a título póstumo.
Una mujer de esta familia, Catalina Muñoz de Mendoza, contrajo matrimonio el 9 de noviembre de 1742 con Francisco Ordóñez Lobatón, quien ostentó los títulos de Alférez Mayor de Bornos (1765) y Teniente de Corregidor de Bornos (1777). De ahí la denominación de "Ordóñez" de la Casa.
Un hijo del anterior, Bartolomé Ordóñez y Muñoz de Mendoza Jiménez Lobatón y Carrasco, nació en Bornos el 22 de diciembre de 1746. Fue Maestrante de Ronda, Caballero Supernumerario por Decreto de 15 de junio de 1790, Alcalde de Bornos en 1776 y 1782 y nombrado Caballero de la Orden de Carlos III, expediente 478, aprobado en 22 de febrero de 1791.
Ya mucho más recientemente, el 14 de abril de 1954, Francisco García Pérez y García-Zapata, como Albacea de doña Ana Pérez de Grandallana y Zapata, dispone que se constituya una fundación con los bienes dejados, la Casa y la Huerta Ordóñez, para que se establezcan "escuelas gratuitas para niños pobres, donde en todo tiempo se le dé enseñanza según los dogmas de la Religión Católica, Apostólica, Romana".
Dispone también que "en el caso de que no fuere muy próspera la vida de esta fundación, y con objeto de ayudar para que acudan a las escuelas gratuitas el mayor número de niños pobres, podrán los encargados de ellas admitir algunos alumnos de pago, hijos de los vecinos de Bornos y Arcos.
La huerta propiedad de la otorgante en el término de Bornos, llamada de Ordóñez, será asignada también y en la forma y modo que libremente acordaren los albaceas a dicha fundación, para que con su renta o sus productos, se sostengan los profesores.
Además deja la otorgante un capital de treinta y siete mil quinientas pesetas, para que en la forma que los albaceas determinen, efectúen las obras que necesite la casa para el establecimiento de ellas en el colegio y comprar el material de las escuelas.
Esta entidad se denominó Fundación Benéfico-Docente "Escuela del Ave María". Se liquidó en el año 1977 y sus bienes, Casa y Huerta, fueron vendidos al Ayuntamiento de Bornos por 110.000 y 120.000 pesetas, respectivamente.
De lunes a viernes Mañanas de 9 a 15 h. Tardes de 17 a 21 h.