Berrocal de Almadén de la Plata
En pleno Parque Natural de la Sierra Norte sevillana encontramos Almadén de la Plata, un pequeño municipio de poco más de mil habitantes que concentra la atención de los aficionados al geoturismo de la provincia. Las huellas geológicas que posee, junto a sus numerosas rutas de senderismo, hacen de este pueblo un lugar ideal para realizar escapadas y excursiones.
Hace millones de años, la cordillera que hoy conocemos como Sierra Morena se vio afectada por una importante actividad volcánica. Fruto de aquel proceso, a lo largo de toda la cadena montañosa se localizan numerosos afloramientos de plutones, rocas formadas por el enfriamiento lento, a cierta profundidad, de grandes masas del magma.
El conocido como Granito del Berrocal, al sureste de Almadén, ofrece un excelente ejemplo de la meteorización en bolos de estas piedras graníticas. Un proceso que dio lugar a un paisaje muy característico que puede visitarse en la finca del mismo nombre, monte público en el que se encuentra un Centro de visitantes donde apreciar la riqueza forestal y natural de la zona.
Entre las abundantes especies animales destaca, sobre todo, su población de ciervos, convirtiéndose en uno de los lugares más idóneos para disfrutar, en la época de celo, de la berrea.
Como curiosidad, en el Centro de visitantes se puede encontrar un ejemplar de tronco fósil único en España por sus características y excepcional estado de conservación.
Además, El Berrocal ofrece enclaves impactantes como El Chorro, una estrecha garganta rocosa por la que discurre el Arroyo de la Calzadilla. A lo largo del recorrido, de no más de tres kilómetros, se pueden contemplar pequeñas y bellas cascadas entre las que permanecen encajados enormes bolos de piedra. Un enclave perfecto para descansar mientras se escucha el rumor del agua y el cantar de las aves.
El río Viar, afluente del Guadalquivir que circula por varios pueblos colindantes, se suma al espectáculo de la piedra con una profunda falla, una inmersión en su historia geológica que permite apreciar viejas coladas volcánicas.