Cueva de la Pileta
Declarada Monumento Histórico Artístico en 1924, la Cueva de la Pileta es un yacimiento prehistórico con arte parietal del Paleolítico y restos neolíticos, descubierta en 1905 por José Bullón Lobato, y explorada y estudiada por Willoughby Verner, Henri Breuil y Hugo Obermaier.
Reúne numerosas pinturas y grabados de estilo francocantábrico con representaciones de cérvidos, caballos, peces, cabras, toros, una foca, un bisonte, signos abstractos y figuras indeterminadas. Se trata de un importante conjunto que aporta interesantes datos sobre la expansión del arte paleolítico fuera de sus áreas clásicas de desarrollo (Norte de España y Suroeste de Francia).
Asimismo, se han hallado también figuras negras esquemáticas del Eneolítico y restos materiales neolíticos (cerámica pintada e incisa).