En el corazón del Parque Natural de los Alcornocales, a tan sólo 20 minutos de Gibraltar o Sotogrande y a una hora y media de Sevilla o Málaga, sobre un lago con tres islas se asienta Wakana, uno de los enclaves naturales más mágicos y protegidos de la antigüedad.
El entorno de Wakana conserva restos de historias legendarias en sus cuevas pintadas (Tajo de las Figuras) y un conjunto de dólmenes, testigos de su origen a comienzos de la era neolítica, así como estructuras funerarias con forma humana horadadas en la roca donde dicen que reposan restos fenicios, de los que comerciaban en estas tierras con griegos y Tartessos.