Baños Árabes
Los árabes te han dejado su legado para que disfrutes del agua como un don divino y logres la sabiduría profunda y la pureza que ellos buscaban insaciables.
Los Hammam o Baños Árabes eran edificios públicos divididos en varias salas: vestíbulo de ingreso, sala fría, sala templada y sala caliente.
Hoy se mantienen las mismas dependencias e incluso se amplían, añadiendo una sala de masaje y tetería.
Descubrirás sensaciones incomparables y desconocidas. La música llenará tu oído de relajantes melodías; el olfato te trasladará con los perfumes y aromas a épocas pasadas; los mosaicos, la luz y la decoración, captarán la atención de tu vista; la sensualidad del tacto de los masajes y, sobre todo, el elemento esencial del baño árabe, el agua, que a distintas temperaturas activará el riego sanguíneo de todo tu cuerpo.
No tienes excusa para abandonarte a un auténtico placer relajante de tensiones.