Baeza es una ciudad rica en casas solariegas, que pertenecieron a personas notables.
La calle San Pablo y su entorno destacan especialmente por este tipo inmuebles y en ella se halla la Casa de los Acuña, de estilo manierista, mandada construir a finales del siglo XVI por Fernando de Acuña y Valenzuela y su esposa Juana de León Navarrete. Cada una de estas casas son monumentos en sí mismas, algo evidente simplemente con contemplar las fachadas.
En la Casa de los Acuña destacan un arco de medio punto que abraza la puerta y una lustrosa ventana situada justo encima. La cruz de Calatrava se halla en el centro con los escudos de los Acuña y Cerón en cada lado.