Laguna Grande
Las dieciocho hectáreas de extensión de la lámina de agua del Paraje Natural Laguna Grande la convierten en la más extensa de la provincia de Jaén, además de ser una de las más importantes por su estado de conservación. Lo más singular de esta laguna es su origen, ya que fue el hombre el que impulsó su creación en el siglo XIX, tal vez aprovechando un pequeño humedal ya existente, con el propósito de regar los inmensos campos de olivo que hoy día la rodean.
Esta laguna, de carácter permanente que sufre notables fluctuaciones de nivel, se alimenta del río Torres a través de canales de riego. Precisamente por mantener agua durante todo el año, especialmente en verano, este humedal cobra especial importancia para las aves acuáticas. En esta época las lagunas naturales de la provincia se encuentran secas y los pájaros encuentran aquí un lugar idóneo de alimentación y refugio.
Los olivos sustituyeron a la vegetación natural del paraje, aunque todavía existen, mezcladas con acebuches centenarios, algunas encinas dispersas que recuerdan la vegetación que dominaba la zona en otra época. Alrededor del agua, además de la vegetación palustre de carrizos, espadañas y juncos, destacan la presencia de tarajes, álamos, fresnos y zarzas, donde encuentra sombra el visitante y cobijo la fauna del lugar.
Desde la ribera, el visitante podrá disfrutar de las muchas aves que la pueblan, entre las que se pueden citar a la cerceta común, ánade real o el porrón común, destacando el pájaro moscón por tener una distribución muy reducida. Con suerte, pueden observarse los curiosos nidos de esta pequeña ave colgando en los árboles de este paraje natural.
Los lugareños, tanto del Puente del Obispo como de Baeza, son asiduos de este bello paraje natural, utilizando sus instalaciones para el ocio y el recreo.