Torre del Reloj de Arquillos
La Torre del Reloj de Arquillos es de planta cuadrada y arranca desde un zócalo. Toda la fábrica es de cantería. De sus dos cuerpos, el primero tiene el doble de altura y en él se abre un arco de medio punto con dovelas almohadilladas. Sobre esta puerta se abre una ventana saetera que da luz a su interior y se repite en los otros tres lados. Una triple moldura separa el primero del segundo cuerpo, en el que aparecen el reloj, una pequeña ventana cuadrada y pilastras dóricas en los extremos. Sobre la cornisa se levanta una estructura artesanal de hierro, añadida en 1884 para albergar la campana y la veleta.
En el siglo XVIII las horas las marcaban las campanas de las iglesias. Levantar una torre municipal con la sola función de indicar las horas era algo inusual en la época y simboliza el enfrentamiento entre los poderes civil y eclesiástico que protagonizó el reinado de Carlos III.