Iglesia de la Encarnación
Se empezó a construir siguiendo la lexicografía gótica de principios del siglo XVI.
Su planta consta de cabecera plana cubierta por terceletes y tres naves, separadas por pilares cruciformes, cubiertas con una techumbre mudéjar que en el siglo XVIII se camufló con falsas bóvedas de crucería. Se accede a la sacristía por una interesante portada plateresca. Entre los siglos XVII y XVIII se construyeron capillas laterales y un panteón. El coro y el retablo manierista, obra de Blas de Figueredo y Cristóbal Téllez, fueron destruidos en el 36 y restaurados en la posguerra.
Lo más notable es su prominente torre, levantada a los pies de la iglesia a principios del siglo XVII, de traza manierista.