Comprende un sendero balizado que dirige hasta el lugar donde se encuentran diversas pilas. Se trata de unas fuentes antiguas donde, antaño, cuando el agua potable aún no llegaba a cada vivienda, suministraban agua a sus habitantes, para consumo doméstico o para lavar la ropa. Actualmente, sirven como abrevaderos para el ganado y también son aptas para el consumo humano.
Esta ruta atraviesa carriles y veredas en que abunda el cultivo de cereales, hortalizas, leguminosas, olivos y almendros. A la primera parada, las pilas del Cerezal, se accede a través de un puente que data de época romana y cruza el arroyo Morales, denominado Puente de los Dos Ojos . Siguiendo el trayecto, hallamos el nacimiento del arroyo Morales y seguidamente, las pilas del Prado de Herrera y las de Barrionuevo; fuente construida en piedra caliza dividida en tres niveles donde el caño es la boca de un antiguo cañón. Continuando el recorrido, en el cerro del Castillejo, hallaremos otras antiguas pilas, estas restauradas, un nogal centenario y vestigios de muros y cerámica árabe. El trayecto se encuentra señalizado por lo que no entraña ninguna dificultad; es una ruta de dificultad media, no por la altitud que se alcanza sino por la longitud de la misma, 12,7 km.