Alcalá de Guadaíra y la leyenda del puente de dragón
El famoso y singular Puente del Dragón simboliza una leyenda que se remonta al tiempo de los almohades, cuando el rey moro le regaló a su hijo pequeño un huevo de dragón, que el niño cuidó en una cueva bajo el Castillo. Situados en el maravilloso monumento natural que forma la Ribera del Guadaíra, un idílico paraje salpicado de molinos de agua, si se mira a las alturas, donde el castillo preside la escena, la magia que envuelve el lugar se acrecienta.
La débil salud de la reina la obligó a abandonar Sevilla y refugiarse en el castillo de Alcalá junto a sus tres hijos, a la espera de que sol, aire fresco, agua pura y el rico pan de Alcalá la ayudasen con la cura. Cierto día, el rey regresó trayéndole al pequeño Yacub un huevo de dragón. Robado a unos piratas, era un amuleto mágico que daba a su portador la fuerza y la agilidad de los dragones.
Depositado en el sótano según instrucciones de Sigrid, una sirvienta normanda, Yacub, el hijo menor del matrimonio, lo abrazaba todos los días para darle calor. Una mañana tras la luna nueva, el pequeño lo encontró roto junto a un minúsculo dragón verde que tenía una pequeña cresta, unas diminutas alas plegadas y unas patitas chiquititas que terminaban en afiladas garras. Alimentándolo con leche y pequeños trozos de pan de Alcalá, el dragón fue haciéndose más grande y fuerte. Cierta noche, Yacub lo buscaba en el exterior cuando, de repente, se sintió izado sobre su formidable lomo. Desde entonces, noche tras noche volaron por encima de Alcalá.
La reina, con mejor salud, decidió regresar a Sevilla. Sin embargo, al llegar al puente romano, un grupo de bandidos les cerró el paso. Cuando el jefe se acercó a la madre, una cortina de fuego lo ocultó todo. ¡Sí, el dragón había acudido al rescate! Los bandidos huyeron despavoridos, pero el único puente a Sevilla estaba en llamas. "No os preocupéis”, dijo el dragón, "yo haré de puente”. Y, estirando su enorme cuerpo, la comitiva cruzó sobre su lomo.
Desde entonces, el dragón continúa reposando en las grutas y cuevas que hay bajo el castillo mientras protege la ciudad. Además, ayuda a los panaderos de Alcalá a mantener el fuego de los hornos donde se cuece el pan. Por eso es tan rico y nutritivo, ¡cuenta con el poder de un dragón!
El Puente del Dragón, sobre el río Guadaíra, es obra del conocido ingeniero José Luis Manzanares y sigue la técnica del trencadís, o mosaico de fragmentos cerámicos, en homenaje a Gaudí. Es el único puente figurativo de España y, en cierta manera, se parece mucho al dragón que habita bajo el castillo árabe.
