Torreón Conde de Torralba
El resto más visible de lo que fuera la muralla árabe, que arrancaba del castillo de Santa Catalina y bajaba por el monte rodeando la ciudad, es el Torreón Conde de Torralba. Fue reforzado y ampliado por los cristianos, y después de su utilización meramente defensiva, mantuvo una función fiscal, pues en sus puertas y portillos se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban y salían de la ciudad.
El Torreón Conde de Torralba está realizado en sillería y cuenta con una sala amplia que recoge la luz por tres saeteras. Se accede desde el adarve cubierto por dos arcos de ladrillo. Fue restaurado en 1972.