Monasterio de la Cartuja
El Monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción fue edificado por los monjes de la Orden de San Bruno, filial al de Santa María de la Cuevas de Sevilla, comenzando sus obras sobre el año 1503.
Su importancia se comprueba en la espadaña, la iglesia y el campanario, que aún conservan su estilo.
El acceso al conjunto se realiza a través de una gran portada, de líneas clásicas, formadas por dos pilastras toscanas que enmarcan un arco de medio punto. A su izquierda se sitúa la "Casa del Monje Porter", y a su derecha la "Capilla de los Peregrinos". Siguiendo el eje de entrada al recinto y distanciado de él, se encuentra el núcleo fundamental del conjunto. Este se compone de una iglesia y tres claustros con las distintas dependencias y cronologías.
Según sostiene la tradición, el Rey Pedro I "el Cruel" venía a una zona llamada "El Castillejo" a cazar osos con el Príncipe de Gales, el Príncipe Negro. En dicha zona, el Rey poseía un pabellón de caza que le servía de hospedaje y sobre esta edificación fue levantada La Cartuja.
Actualmente ha sido rehabilitado y declarado Monumento Nacional.