Convento del Corpus Christi
Don Per Afán de Ribera, primer Duque de Alcalá, Marques de Tarifa, que falleció en Nápoles en 1571, dispuso en su testamento que se fabricara en Bornos una casa-hospital o colegio para que a ella vinieran a vivir doce criados hidalgos, escuderos de la casa del señor Duque, y otros hombres buenos y limpios de sangre de su estado. La ejecución de esta parte del testamento le fue confiada a Don Juan de Ribera, hijo ilegítimo del testador, patriarca de Antioquía y Arzobispo de Valencia, hoy San Juan de Ribera.
A mediación de la obra, Don Juan de Ribera la visitó y le pareció muy grande, con viviendas altas y muchas escaleras, lo que no le agradó para albergar a ancianos. Paralizó las obras y ordenó que en la misma plazuela, enfrente, se comprasen algunas casas para levantar el colegio, ya más cómodo y recogido para casa-hospital. La obra paralizada se destinó a convento de monjas, autorizado en 1593 por el Papa Clemente VII.
En 1597 quedó inaugurado, siendo las primeras monjas en ocuparlo de la orden cisterciense, procedentes del Colegio de las Dueñas de Sevilla, aunque posteriormente fueron sustituidas por cuatro monjas de la orden de Clarisas Franciscanas, de Alcalá de los Gazules. La fundación se consolidó y duró hasta 1973, año en que el edificio fue abandonado por encontrarse en ruinas.
Desde su fundación hasta su clausura, dicho convento sufrió varios incendios, siendo el mayor el sufrido el 13 de Abril de 1685, en el que la capilla quedó totalmente destruida e inutilizada, conservándose sólo de ella un gran arco toral con dos escudos de la casa de Alcalá.
Tras el total abandono, el Ayuntamiento compró el edificio, para cederlo a la Caja de Ahorros de Jerez, que lo restauró, destinándolo a Centro de Formación Profesional. En la actualidad alberga el Instituto de Enseñanza Secundaria "El Convento".
El edificio consta de dos plantas y un patio porticado con arcos de medio punto en su planta baja. Todo el edificio está construido en piedra y ladrillo. Posee, además, una hermosa escalera con barandilla de piedra labrada. Como objetos valiosos se encuentran en él, en la Biblioteca, antes Sacristía, dos lapidas empotradas en la pared, pertenecientes a D. Fadrique Enríquez de Ribera y su esposa, Doña Leonor Ponce de León, fundadores del monasterio de Nuestra Señora del Rosario, donde fueron enterrados. Sus restos y correspondientes lápidas fueron trasladados al convento del Corpus Christi en 1862.
De la época de su fundación se conserva un pozo para noria en sólida cantería con una escalera en espiral hasta el pozo y que suministra agua para el riego de los jardines adyacentes.