Los Algarves
En el entorno más inmediato del pueblo de Gorafe, tras su cementerio y haciendo uso de los acantilados que rodean la villa actual, Los Algarves pelean espectacularmente contra la ley de la gravedad y el agitado proceso erosivo que tiene lugar en las tierras del Desierto de Gorafe.
Se trata de un extraordinario conjunto de cuevas artificiales que dan cobijo a viviendas, atalayas, graneros, caballerizas y palomares, posiblemente del periodo de ocupación almohade (s. XII-XIII). Distribuidos en tres niveles, la planta baja era utilizada como cuadras y corrales anejos, la segunda como vivienda con amplia presencia de palomares y una balsa, y la tercera como lugar de almacenamiento y refugio.
Sus particulares condiciones defensivas, la ausencia de túneles de fuga y su dominio visual del territorio le dieron un papel principal en los episodios de pillaje y correrías que salpicaron la baja Edad Media del Reino de Granada.