Ermita de San Pedro
La Ermita de San Pedro se encuentra situada a un kilómetro de la localidad de El Carpio, a las afueras de la población, al margen del Guadalquivir, en el denominado desde tiempos atrás “pago de huertas”.
Algunos estudios de la materia, aunque no lo aseveran, sí mencionan la posibilidad de que esta Ermita pudiera estar asentada en el mismo lugar donde existió, en principio, un templo romano y seguidamente una mezquita.
Es una construcción en ladrillo, con planta y presbiterio rectangular. La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos, dividida en cinco tramos por los correspondientes arcos fajones, apoyados en pilastras; la cabecera, a su vez, se cubre con cúpula sobre pechinas. La decoración de la nave es a base de yeserías geométricas muy planas. La portada principal a los pies, en piedra, está formada por un arco de medio punto. Le precede un pórtico constituido por dos arcos de medio punto que descansan sobre una columna central. Sobre la portada se alza una sencilla espadaña de dos cuerpos. La nave, al exterior, manifiesta unos contrafuertes, lo que permite considerar la construcción como fechable en el siglo XV, siendo de época barroca toda la decoración de la nave y la espadaña.
Discretos fragmentos cerámicos de dos mil años a.C. han aparecido en los distintos estratos estudiados, así como iberos y bastantes romanos. En 1985 se hizo un trabajo y se llegó a descubrir a 1,30m. de profundidad una entrada a un silo de arenisca, que conectaba con otro construido de ladrillo y teja, ambos subterráneos. Así como los restos de lo que fue una fortaleza árabe.
En la época árabe, se llamó Al-Qusayr, el palazuelo o palacete, que por deformación fue Alcocer. En ese tiempo era el núcleo consolidado de los carpeños del momento. Luego, la conquista, en 1240 de Fernando III, éste que fue el repartidor del grandioso botín de guerra entre sus huestes, se lo dio a la familia de Méndez de Sotomayor y por 1325, Garci Méndez de Sotomayor, un descendiente, tomó el control, éste edificó la Torre actual. Y claro a su sombra y protección, el núcleo de la orilla del río se fue abandonando y poblándose los alrededores de la Torre fortaleza, como casi en todas las aldeas medievales.
Fue uno de los señoríos más importantes de la zona, en 1549 lo elevan a marquesado, y alcanzó su jurisdicción a Pedro Abad y Adamuz, y a algunos núcleos de los Pedroches. La casa de Haro, como figura en una lápida de la Ermita, se une a la de Alba, a finales del XVII. Ésta es ahora en la actualidad una de las grandes propiedades de la villa.
La Ermita de San Pedro que nos ocupa, está datada en el S. XV, por la forma de su construcción, contrafuertes, y el barroquismo de su decoración. En su interior se aloja, el patrón cristiano de El Carpio, Nuestro Señor Ecce Homo, en presbiterio rectangular. Está construida de ladrillo de planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón dividida en cinco tramos, apoyados en pilastras, decoradas con yeserías geométricas planas.
La fiesta más importante que se celebra es, la Romería de Nuestro Señor Ecce Homo, patrón de la villa, cuya imagen se venera en el interior de la Ermita. La actual imagen se construyó, con motivo de la destrucción de la primera en la Guerra Civil, por el imaginero granadino Miguel Espinosa, en 1944. Esta festividad tiene lugar el 2 y 3 de mayo.