Paseo de las Murallas / Antonio Machado

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, dice uno de los versos más famosos de Antonio Machado, y caminar es la mejor manera de disfrutar de este Paseo de Antonio Machado o también conocido como de las Murallas .El gran poeta español ha sido uno de los ilustres vecinos de Baeza. Se instaló en la ciudad en 1912, pocos meses después de que falleciese su joven esposa Leonor, para dar clases de francés en el instituto de Bachillerato, ubicado en la Antigua Universidad. Un Machado inundado por la pena se refugió en el ambiente rural de esta ciudad y en sus paseos por las afueras, que muchas veces acababan en la antigua muralla o en el camino de San Antonio.

En el paso de las Murallas o de Antonio Machado, se encuentra un busto del poeta realizado por Pablo Serrano en 1965. Se trata una escultura en bronce dentro de un cubo de hormigón que se inauguró definitivamente en 1983. Ese busto del autor de Campos de Castilla puede verse durante el paseo, pero también es un momento perfecto para disfrutar de los espectaculares alrededores de Baeza, donde se puede admirar el valle del Guadalquivir cubierto por una alfombra de olivos y con la silueta de la sierra de Cazorla al fondo. El paseo es recomendable casi a cualquier hora del día, pero hacerlo al atardecer es una experiencia cautivadora. Los deportistas también tendrán aquí una ruta perfecta para correr, porque siempre es más placentero el ejercicio combinado con unas buenas vistas.

Por supuesto que este recorrido forma parte del tradicional paseo Machadiano, que se suele celebrar en febrero. La caminata parte de la calle San Pablo, junto a la escultura del autor que realizó Antonio Pérez Almahano, y va recorriendo el centro histórico, pasando por la antigua casa del poeta, el Palacio de Jabalquinto, antes de salir al paseo junto a las murallas. El acto concluye junto al busto del Paseo de las Murallas cerro del Alcázar, donde se realiza una ofrenda de flores y se leen algunos de los poemas del escritor

.Las murallas también son algo digno de admirar durante el paseo. Cierto es que solo se conserva algunos restos de esta construcción medieval, que llegó a tener un perímetro de 1.975 metros, ya que Isabel la Católica ordenó su destrucción parcial en 1476 con el objetivo de evitar luchas internas entre nobles. Las partes más vistosas de la muralla son, sin duda, la torre de Aliatares, un antiguo torreón árabe del siglo XII, el arco de Barbudo, el de Villalar o la Puerta de Úbeda, estos últimos ya en el interior de la ciudad.

El paseo inspiró y ayudó a Antonio Machado durante los momentos más duros de su vida pero que se plasmaron en algunos de los versos más bellos:

De la ciudad morunatras las murallas viejas,yo contemplo la tarde silenciosa, a solas con mi sombra y con mi pena.El río va corriendo,entre sombrías huertas y grises olivares,por los alegres campos de BaezaCaminos.

 Antonio Machado,1913.