Palacio Episcopal de Jaén
Comprende la manzana entre la Plaza de Santa María y las calles Obispo González, Montero Montoya y Colegio. En 1980 se demolieron todas las edificaciones, respetándose sólo sus fachadas y zonas nobles y transformándose en Casa de la Iglesia y viviendas con arreglo a un proyecto del arquitecto don Luís Berges Roldán. El Palacio Episcopal de Jaén databa del siglo XV, con numerosas ampliaciones y añadidos. La fachada principal tiene una portada elevada sobre una escalinata, compuesta por dos columnas de orden toscano, entablamento liso y frontón triangular, roto por una placa rectangular donde antaño figuró un escudo.
El Palacio Episcopal de Jaén está distribuido en tres plantas, la primera con rejas, la segunda con balcones y la tercera con una galería en arcos de medio punto. En la esquina de la plaza, el palacio se prolonga con la Casa del Provisorato y Tribunal Eclesiástico. En el ángulo noroeste del Palacio, formando esquina con las calles Montero Moya y Colegio, se alza una bella torre de planta cuadrada. Antaño debió residir Diego de Deza, que ocupó, paralelamente a su condición de Obispo de Jaén en 1498, el cargo de Inquisidor General como sucesor del mismísimo Tomás de Torquemada.