Ruta del Califato
Esta ruta comunica dos de las capitales más importantes de la historia hispanomusulmana, Córdoba y Granada, pisando suelo de la frontera de Jaén.
El camino une Córdoba y Granada, capitales del al-Andalus califal y nazarí y fue uno de los más transitados en la Península Ibérica durante la Edad Media ya que lo recorrieron mercaderes venidos de todo el mundo conocido que abastecían y comerciaban con estos importantes núcleos de población; fue también el camino del saber, las ciencias y las artes.
Los territorios que conforman esta ruta recibieron la influencia y se beneficiaron del apogeo del Califato cordobés, cuya capital era el foco de cultura más brillante de todo Occidente.
Córdoba, punto de partida. Aquí radicó la cabecera del estado independiente que constituyó la España musulmana, desde que Abd al-Rahman I estableciera en el siglo VIII un emirato regido por la dinastía omeya. En el siglo X, Abd al-Rahman III lo elevó a la categoría del califato, propiciando un esplendor político y cultural sin precedentes. Prueba de ello es la joya de la Mezquita cordobesa, declarada Patrimonio de la Humanidad.
La acogedora atmósfera de Córdoba se prolonga en las ruinas de la ciudad palatina de Madinat al-Zahra.
La ruta toma luego rumbo a Espejo, Castro del Río y Baena, históricas poblaciones con fornidas fortalezas y murallas, famosas también por sus aceites exquisitos.
El camino se topa con los relieves de las Subbéticas, donde aparecen las legendarias y preciosas villas de Zuheros y Luque coronadas por sendos castillos.
Otro ramal de la ruta, más meridional se orienta hacia la campiña del sur de Córdoba: Fernán Núñez, Montemayor, Montilla y Aguilar de la Frontera, con su original plaza poligonal.
Lucena, Cabray Priego de Córdoba aportan el toque barroco a la ruta, mientras Carcabuey, Alcaudetey Castillo de Locubín cuentan la vida fronteriza desde las almenas de sus castillos.
Desde Alcalá la Real se vislumbran ya los límites de Granada con Moclín y Colomera. Desde Pinos Puente a Güevéjar, Cogollos Vega, Alfacaro Víznar el viaje toca a su fin ante el embrujo de Granada.