Corredor Verde del Guadiamar
El Corredor Verde del Río Guadiamar es hoy una fuente rebosante de vida, el río de príncipes, como lo llamaran los musulmanes: Wadi-Amar, el último gran afluente del Guadalquivir antes de su desembocadura.
Nace cerca del municipio del Castillo de las Guardas, en Sierra Morena, entre encinas, dehesas y monte mediterráneo. Al poco, discurre por la cornisa del Aljarafe, entre tierras de cereal y olivo hasta adentrarse en las arenas y pinares de Doñana. Más abajo, en las inmediaciones del municipio de Aznalcázar, el bosque galería cobra gran fuerza alternando con marismas y cultivos de arroz. Finalmente, encauzado entre muros, abraza al Guadalquivir envuelto por una gran variedad y riqueza de flora y fauna.
En todo su trayecto hay presencia de una gran diversidad de aves, entre las que destacan el milano negro y el aguilucho cenizo. Esta diversidad es muy patente en las Reservas Naturales Concertadas de Dehesa de Abajo o La Cañada de los Pájaros.
En sus más de 70 kilómetros, el carril cicloturístico del Guadiamar, también apto para pie o caballo, muestra las diferencias y la diversidad de los tramos medio y bajo del río. En su tramo medio, el río pasea por la campiña del Aljarafe, por pueblos como Gerena y Huévar, donde aún se conservan un interesante patrimonio monumental, como termas y canteras romanas o iglesias medievales.
En Aznalcázar está situado el Centro de Visitantes Guadiamar. Este espacio constituye el punto de partida básico para visitar el Corredor Verde y sus proximidades. La vegetación de estos paisajes también puede contemplarse de forma más cómoda, en el cercano Jardín Botánico de Buitrago.