Alcaudete
Alcaudete está situado a los pies de la Sierra Ahillos, en el extremo sur-occidental de la provincia de Jaén, en la comarca de la Sierra Sur. Su ubicación geográfica permite que esté a media hora de Jaén, a menos de una hora de Granada y Córdoba y a dos horas cortas de Málaga y Sevilla.
En Alcaudete la historia se respira por todos sus rincones. Su caserío se derrama en forma de anillo por la ladera del cerro, abrazando sus dos edificios más insignes: la Iglesia de Santa María la Mayor y el Castillo Calatravo, desde el que se divisan sus ricas tierras de olivar y huertas. Cuenta con tres aldeas: La Bobadilla, Los Noguerones y El Sabariego, donde el blanco de sus casas sobresale entre el verde del olivar.
El casco urbano de origen medieval, cuenta con una importante patrimonio arquitectónico pues la villa tuvo una gran expansión entre los siglos XVI al XVIII, construyéndose gran cantidad de edificios civiles y religiosos de muy diversos estilos, que engalanan y embellecen las calles de su casco histórico.
Su paisaje está determinado por fuertes pendientes y áreas de vega en torno a cursos fluviales, entre la campiña del Guadalquivir y las Sierras Subbéticas, lo que condiciona el tipo de cultivos predominante: las huertas y un "mar" de olivos. En su término se encuentran laa reservas naturales de la Laguna Honda y La Laguna del Chinche, complejo endorréico de gran interés ecológico por la avifauna que lo habita, malvasias, flamencos, anade real, calamón.
Por su término municipal discurre la Vía Verde del Aceite y está integrado en la ruta de "Castillos y Batallas", así como en la del Califato, perteneciente a las Rutas Legado Andalusí.
Localización
Historia
En Alcaudete, los restos de poblamiento más antiguos datan del Paleolítico y Neolítico, identificándose con campamentos situados en las sierras próximas. Su ocupación se remonta al siglo III a.C., como consecuencia de la colonización llevada a cabo por los íberos.
La romanización de la zona queda suficientemente demostrada por la presencia de decenas de asentamientos rurales. A esta época pertenece el sarcófago paleocristiano de época de Constantino, del siglo IV, hallado en las huertas en torno a la calle Torres Ortega a finales del siglo XIX y conservado hoy en el Museo Arqueológico Nacional.
Los musulmanes la llamarán hisn al-Qabdaq o al-Qibdaq, adscrita a la Cora de Ilbira (Granada), formando parte de su estructura defensiva junto con otros castillos y atalayas distribuidas por todo el territorio. Tras el triunfo de ‘Abd al-Rahman III y la implantación de su política de islamización, Alcaudete se convirtió en la cabecera de un distrito administrativo (Iqlim), bajo la tutela de los funcionarios representantes del Estado Omeya, cuya labor principal era el control del territorio y la recaudación fiscal de la comarca.
Fue conquistada en 1246 por Fernando III y cedida a la Orden militar de Calatrava, convirtiéndose el punto más avanzado de la frontera cristiana con el Reino Nazarí de Granada. Los Calatravos llevaron a cabo profundas reformas en el alcázar almohade, no solo para adecuarla a la vida conventual de los freires, sino para potenciar su carácter de infranqueable o inexpugnable.
En 1312, tanto la fortaleza como la villa pasan a formar parte de las tierras de realengo y desde entonces muy ligada a la familia Fernández de Córdoba y Montemayor. Alcaudete se convierte en Señorío en 1385 y posteriormente, en el s. XVI, Carlos V lo transforma en condado.
La villa tuvo una gran expansión entre los siglos XVI al XVIII, construyéndose gran cantidad de edificios civiles y religiosos de muy diversos estilos, que engalanan y embellecen las calles de su casco histórico.