Garrucha
Hermoso pueblo de pescadores, el más importante por esta actividad de toda la costa oriental almeriense, situado un poco más arriba del centro de la costa levantina, en un lugar ideal para el disfrute de sus excelentes playas, de sus instalaciones turísticas y de su excelente pescado.
Historia
"Ex mari orta", surgida del mar, reza el lema de su escudo. Según una crónica castellana de 1327, de una incursión de tropas en el Reino de Granada, existía un pueblecito en la costa llamado Almoraic a una legua de Mojácar y en dirección a Vera. Quizás sea la primera referencia histórica de esta villa.
Han sido frecuentes los pleitos de estas dos ciudades, Vera y Mojácar, de anexionarse Garrucha hasta su independencia en el 1861, incluso una vez aprobada fue retrasada hasta que una Comisión de Vera hizo una visita a la reina Isabel II. Ya los Reyes Católicos tuvieron que mediar estableciendo en el 1494 el impuesto del tigual en el que se cobraba una tasa fija por cada carga de pescado que se vendía en su puerto, la recaudación obtenida se repartía en una proporción establecida entre estas dos ciudades. En su término municipal se han encontrado restos de asentamientos prehistóricos, ibéricos, cartagineses y romanos.
Del periodo nazarí había una torre cerca del mar, en el mismo lugar donde hoy se encuentra el ayuntamiento, que servía de protección a los pescadores de las correrías cristianas, muy frecuentes en la época por encontrarse muy cerca de la frontera con el Reino de Murcia. En el 1518 fue destruida por un terremoto.
A esta tradición pesquera hay que unir su importancia como puerto. A través de él, tras la conquista cristiana de 1488, se aprovisionó el ejército para seguir la campaña. También existió desde la época de al Andalus un gran almacén llamado "Casa de la Sal" o "Alfolí" para guardar la sal procedente del Cabo de Gata, Dalías y Mazarrón y distribuirla en el interior. En el siglo XVI se constata el comercio a través de su puerto de vinos, esparto y mármoles.
A pesar de esta tradición comercial, nunca fue un lugar de asentamiento de población por las continuas incursiones de los piratas berberiscos que crearon durante siglos gran inseguridad con pérdidas de propiedades, vidas e incluso el ser capturado para ser vendidos como esclavos. El esplendor para Garrucha llegaría con el auge minero del siglo XIX.
El descubrimiento en el 1838 de plata nativa en el barranco de Jaroso en Cuevas de Almanzora iniciará la fiebre minera de la provincia de Almería. El puerto de Garrucha será la salida natural de buena parte del mineral obtenido en las minas de la comarca. Se crearán varias fundiciones como la de San Ramón en 1841, para extraer plomo argentífero, ésta se convertirá en el 1858 en alto horno para la fundición de mineral de hierro de Bédar y Sierra Cabrera conocida como "El Martinete"; o la de San Jacinto en 1860. Llegará a ser tan importante que diversos países europeos como Inglaterra, Francia, Alemania, Italia,... establecerán sedes consulares para sus embajadas. La construcción de un Cable Minero desde el Pinar de Bédar en el 1887 y del ferrocarril minero en el 1890 incrementará si cabe su comercio ya de por sí importante.
Ya en nuestro siglo, durante la Dictadura de Primo de Rivera se aprueba la construcción del puerto de pescadores. En la actualidad, acabada la actividad minera, la pesca y el turismo constituyen su principal fuente de ingresos. Cuenta con 68 barcos dedicados a la pesca artesanal, el palangre y el rastreo. La especialidad de su puerto es la pesca de la gamba roja. También cuenta con un puerto deportivo y sigue conservando su puerto comercial, exportándose más de un millón de toneladas de yeso a granel procedente de las yeseras de Sorbas.
Personajes destacados
Cano Cervantes, poeta.
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